Mostraron la magnitud de la plaga de ratas gigantes que hay en Buenos Aires

El roedor que interrumpió la conferencia de Jorge Macri no sería el protagonista de un caso aislado, sino que refleja la peluda realidad que se vive en la provincia.

Tras el inusual episodio durante la conferencia de Jorge Macri en Retiro, donde una rata hizo su aparición, numerosos residentes de la Ciudad rememoran las constantes denuncias sobre la invasión de roedores.

Confirmado: éstas son las personas que dejarán de recibir los subsidios de luz y gas

En diversos barrios porteños, las protestas por la presencia de ratas son una constante, y 

lo sucedido en la transmisión televisiva avivó la memoria colectiva respecto a las numerosas denuncias. Un usuario de la red social X expresó: "Sí, cómo no va a haber ratas, si la ciudad está hecha un asco de sucia."

Enojada por la situación en San Telmo, otra persona comentó: "Jorge Macri le echó la culpa de la rata a una feria ilegal en la Villa 31, pero lo vamos a invitar a San Telmo donde las ratas tienen horario fijo para cenar en los contenedores de las avenidas."

No solo las declaraciones de los vecinos llaman la atención, sino también los cierres de escuelas ocurridos el año pasado debido a la presencia de roedores. 

Instituciones en Almagro, Parque Chacabuco, Caballito y otros lugares reportaron la aparición de ratas en aulas y patios, generando preocupación entre padres y autoridades.

En ese sentido, la Universidad Nacional de Lomas de Zamora elevó un estudio que les confirmó que en la gran ciudad hay 12 roedores por habitante

Una rata gigante apareció en una nota de Jorge Macri y los memes no tardaron en aparecer

En cuanto a las enfermedades relacionadas con el contacto con ratas, se destaca el riesgo de contraer el síndrome pulmonar por hantavirus (SPH). "Los hantavirus son un grupo de virus que se encuentran en individuos de ciertas especies de roedores," explican las autoridades. 

El SPH puede transmitirse al inhalar partículas de heces o orina que se aerosolizan, al tocar excrementos o nidos y luego llevarse las manos a los ojos, nariz o boca, o incluso por mordeduras de ratón o rata.

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