Alergia a los gatos: cuáles son los síntomas y como combatirlos
Los gatos son unas de las mascotas preferidas de las personas en general, ya sea por su tierno aspecto, por su ronroneo, o por el vínculo que forman con sus dueños. Según un estudio, un tercio de los hogares tiene un gato como mascota, siendo el animal más popular.
Sin embargo, no todo es color de rosa: la convivencia con un felino puede tornarse en una pesadilla si desarrollamos alergia a los gatos. Esta puede aparecer en cualquier momento de la vida y puede darse por diferentes razones. En este artículo te contamos cómo descubrir una posible alergia y la forma de combatirla.
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Los indicios de una posible alergia
Las señales de una posible alergia a los gatos suelen ser similares a los que se presentan en otro tipo de alergias, como el resfrío, la rinitis alérgica, picazón, estornudos, entre otras.
Pero para identificar correctamente si los síntomas se tratan en efecto de una alergia hacia los gatos es estar atentos a cuándo ocurren. Si solo se exacerban cuando están cerca de estos animales, es muy probable que se trate de una reacción alérgica y no un resfrío.
En la mayoría de los casos solo basta unos minutos de exposición a la caspa de los felinos (o en algunos casos, segundos) para comenzar con estornudos y goteo nasal. Debido a esto puede haber congestión nasal constante, presión en los senos paranasales sobre los ojos, o las mejillas y picazón a la garganta.
Los síntomas más frecuentes
Las señales más frecuentes de una alergia a los gatos incluyen:
Ojos llorosos y con picazónEstornudos
Goteo nasal
Congestión nasal
Picazón en la piel
Dolor en la garganta o en la boca
Tos
Urticaria
Señales en caso de asma:
Si además de desarrollar una reacción alérgica a los gatos, tenés asma, podés experimentar los siguientes síntomas:
Dificultad para respirar
Opresión o dolor en el pecho
Silbido audible al exhalar
Problemas para dormir debido a la falta de aire o la tos
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Las causas de la reacción alérgica a los gatos
Un buen porcentaje de las alergias a los gatos son desencadenadas por la caspa del animal, es decir, las partículas de piel muerta que desprenden ciertas mascotas peludas. Sin embargo, los gatos tienen una particularidad: su caspa no es visible y puede acumularse en una casa asentándose en las paredes y alfombras.
Otro desencadenante de una posible alergia es la saliva, ya que contiene una proteína llamada Fel d 1, la desencadenante de las alergias. Los gatos son conocidos por su cuidado persona. Se lamen mucho para mantenerse limpios todo el tiempo, por lo que la saliva está presente en todo momento en su piel y pelaje.
Algunos felinos producen más Fel d 1 que otros, lo que explica por qué hay personas que reaccionan peor con ciertos gatos.
Cómo reducir los síntomas de la alergia
Cuando una alergia es grave, la solución ideal es retirar a la mascota de la casa. Sin embargo, una vez fuera de casa, puede haber alérgenos del animal hasta 12 meses después.
No obstante, si se elige permanecer con el gato, hay un paso a paso que puede ayudar a aliviar los síntomas.
Aislar al animal en un área determinada de la casa
Evitar abrazarlo, acariciarlo o besarlo
Hacer que alguien sin alergia cepille al felino con frecuencia y al aire libre
Eliminar reservorios de alérgenos, como alfombras y almohadones
Aspirar a fondo la casa todos los días
Lavar al gato más de dos veces a la semana
Esterilizar al felino
Aplicar loción una vez por semana al pelaje del gato
Derribando mitos sobre la alergia a los gatos
Como pasa con una buena parte de las cosas que no se conocen, la alergia a los gatos muchas veces genera más preguntas que respuestas, lo que hace que aparezcan mitos y creencias erróneas entre las personas. Acá te contamos cuáles son las creencias falsas más comunes entre las personas.
"Todos los gatos producen alergias"
Es la primera creencia entre los alérgicos, pero es una falsedad. Las alergias son causadas por la proteína Fel D1, que se encuentra en la piel, saliva y orina de los gatos. Esta proteína se libera en el ambiente cuando el felino se acaricia o se higieniza. Si bien todos los gatos la producen, no lo hacen en los mismos niveles y a su vez varía según la época del año.
"Los gatos sin pelos son hipoalergénicos"
Otra de las falsedades más usuales sobre la alergia a los gatos, ya que incluso los felinos sin pelos producen Fel D1 y liberan caspa en el ambiente.
"Los gatos con pelo corto son menos alergénicos"
Similar a lo dicho anteriormente, los felinos producen la proteína Fel D1 así no tengan nada de pelo, sumado a que la misma también está presente en su saliva.
"Los machos son más alergénicos que las hembras"
Lo cierto es que el género no influye en la producción de Fel D1, pero si influye si el gato está castrado o esterilizado, ya que estos pueden producir menos proteínas debido a los cambios hormonales.
"Las alergias a los gatos solo son causadas por el contacto directo con ellos"
Falso. Las alergias a los gatos pueden ser causadas por el contacto indirecto también, como tocar un objeto que ha estado en contacto con un gato.