Tres preguntas a un economista K

Arnaldo Bocco, uno de los principales asesores de Alberto Fernández, precandidato por el Frente de Todos, estuvo en Mendoza y habló sobre Macri, el dólar y las Leliq.


Arnaldo Bocco es
economista y docente. Supo ocupar cargos de enorme relevancia durante las
últimas décadas, dos de los cuales han sido el de presidente del Banco de
Inversión y Comercio Exterior de Argentina e integrante del directorio del
Banco Central de la República Argentina.





En las últimas horas pasó por Mendoza, en el marco de la
campaña de Alberto Fernández y Cristina Kirchner y se dejó ver con Anabel
Fernández Sagasti.





Su movida no es casual: se trata de uno de los tres
principales asesores económicos del otrora jefe de Gabinete K y suena como uno
de los que lo acompañarán en su eventual paso por la presidencia de la Nación.





-¿Qué rescata de la economía de Macri?





-Te diría que tiene muy poco para rescatar, muy muy poco,
te diría que es lamentable que una persona que subió con tanto capital
político, remató todo en seis meses. Porque cometió errores en la negociación
del cepo, la salida del cepo, pero sobre todo con el acuerdo de los fondos
buitres. Fue patético todo lo que vino después... no hizo ninguna cosa bien,
porque no equilibró las cuentas públicas, tenemos un endeudamiento brutal, y
eso no tiene retorno, porque condiciona su gobierno y probablemente su derrota.





-Imaginemos que gana Alberto y le dice: “Arnaldo, ¿Qué
hacemos? ¿Por dónde empezamos? ¿Cómo resolvemos este quilombo?” ¿Usted qué le
dice?





-El paso número uno es acordar con los empresarios, los
sindicatos de Estado, avanzar en un plan de gobierno a 2 años que implique cómo
nos paramos ante el crecimiento económico, qué aporta cada quién, estamos
hablando de ganancias, salarios e impuestos.





-¿Qué piensa sobre bajar los intereses a las Leliq? ¿Está
de acuerdo? ¿Es factible?





-Sí, estoy de acuerdo. Técnicamente
no es imposible, es perfectamente posible. Y sin costos. Solo apelando a la
normativa del Banco Central. Cambiás el funcionamiento y con eso,
tranquilamente conseguís que bajen los intereses. Luego te vas manejando con
“artilugios” que te permiten las mismas normas -como la Ley de Entidades
Financieras- y manejás toda esa transición.