El testimonio de David English, el estadounidense que dejó su país para afincarse en Mendoza: "Este es mi....."

Luego del recordado atentado del 11 de septiembre de 2001, el hombre le puso fin a su vida en Norteamérica. Con el paso del tiempo, se enamoró de nuestra provincia. "Moriré acá, sin lugar a dudas".

David English tiene 52 años y es nacido en Oklahoma City, Estados Unidos. Pero, luego de vivir muy de cerca el recordado atentado de las Torres Gemelas en septiembre de 2001, decidió dejar su país y afincarse en Mendoza.

La mañana del 11 de septiembre, English debía dirigirse a su oficina, tomar unos papeles y dirigirse a un edificio ubicado a metros de las Torres Gemelas para firmar un contrato con Citibank.

Mientras realizaba sus labores, el primero de los aviones impactó contra el World Trade Center.

"Estuve en el sótano unos 15 o 20 minutos antes de que impacte el primer avión. Con los papeles en mano iba caminando por debajo de las Torres cuando explotó el segundo", recordó David en diálogo con TN.

Contó que desde la calle observó el agujero, las llamas y el humo. Inmediatamente, se comunicó con su padre y le dijo que un avión había chocado contra las Torres, pero que él se encontraba bien.

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Durante su relato, mencionó que una mujer que estaba a pocos metros de él, lloraba desconsoladamente mientras hablaba con su marido, ya que este último había ingresado a uno de los edificios atacados sin saber lo que ahí ocurría.

"Nunca me voy a olvidar de las lágrimas de esa mujer. Recuerdo que volví al subte y todos estaban en silencio. En ese momento no había señal de celular allí y ninguna de esas personas estaba enterada de lo que ocurría sobre sus cabezas", expresó.

"Vivía en un edificio a un kilómetro de allí, en el piso 17, con una vista espectacular en el sur de Manhattan. Ese día cambió la dirección de viento y todo ese humo tóxico vino para mi casa. No podía vivir. Literalmente me desmayaba, sin razón, en cualquier momento. Entonces decidí irme lo más lejos posible. Necesitaba el calor de una sociedad que se saluda con un beso y un abrazo", precisó.

David English antes del atentado en Nueva York

Un año después de la tragedia, David English llegó a la Argentina. "Había estado en 1998, viajando durante seis semanas entre Ushuaia y Buenos Aires, durmiendo en casas de familia. Allí me enamoré de la calidez de los argentinos", sostuvo.

Una vez en nuestro país, tomó la decisión de afincarse en Mendoza, provincia en la que ya había estado anteriormente. "Sabía que tarde o temprano se iba a descubrir esta provincia hermosa e iban a venir. Tuve éxito acá, me he desarrollado a la par de Mendoza con inversiones y turismo extranjero. Me fue bien".

Luego de algunas idas y vueltas, comenzó una relación con una joven argentina, con la que tuvo un hijo aunque la relación no prosperó.

Lejos de que esta situación le haya repercutido, optó por continuar su vida por estos lados.

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"Argentina es uno de los mejores países del mundo. Rico en calidad humana, en costumbres que jamás van a modificarse. Ojo, tampoco lo malo: creo que siempre tendremos problemas con la inflación o con el tipo de cambio", indicó.

Y continuó llenando de elogios al país: "A veces escucho, de gente que se va, que este país es una mierda. Me parece espantoso leer o escuchar eso porque no es verdad. Sí aplaudo que alguien decide irse con objetivos concretos, para ver el mundo con otros ojos, aprender idiomas o conocer otras culturas, como me pasó a mí. Pero no diciendo que tu país es una porquería".

David precisó que la última vez que visitó Estados Unidos fue con su hijo, en 2021, en un viaje que tuvo una duración de cinco semanas y que tuvo como objetivo que su hijo Benjamín estudiara medio año en una escuela estadounidense y perfeccionara su inglés.

"La pasé bien con él, pero sufrí un choque cultural a la inversa. No me gustó para nada. Es una sensación rara, como una lástima producida por lo que veo. Tiroteos en escuelas, recitales... Esa violencia que sufre la gente. Realmente están matando por matar. Y lo refleja la gente que vive allá, con un miedo constante, obsesionados con las noticias y redes sociales. Yo me desconecté de eso, vivir con miedo no me gusta", sostuvo David.

"No tengo deseo de vivir en otro lugar. Sí quizá llevar a mi hijo un tiempo afuera, vivir unos meses en Australia o Tailandia. Pero este es mi lugar en el mundo. Moriré acá, sin lugar a dudas", finalizó.

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