En estos días de tanto frío: cómo improvisar una bolsita de agua caliente casera
La bolsa de agua caliente es un aliado ideal para combatir las gélidas temperaturas que azotan por estos días a Mendoza, pero es un elemento que no todos tienen en su casa.
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Quizá porque fueron posponiendo la compra o porque se les pinchó la de la temporada pasada, lo cierto es que aquí va un truco muy bueno para reemplazarla cuando el frío se hace presente en la cama y no deja dormir. Así como también sirve para aliviar dolores.
El calor de la bolsita de agua caliente sirve para facilitar la digestión, aliviar las tensiones físicas y psicoemocionales después de un día difícil de estrés, aliviar el dolor menstrual, disolver la inflamación y la tensión muscular y hasta aliviar dolores de cabeza.
Las bolsas de agua caliente suelen estar hechas de una goma especial o silicona con la que podemos lograr mantener el calor del agua. Pero se puede reemplazar con cualquier botellas de plástico como las de lavandina o gaseosa.
Una vez hayas encontrado tu botella que te sirva como bolsa, debes proceder a enjuagar bien la botella. Una vez tienes la botella limpia por dentro y por fuera, lo único que debes hacer es llenarla con agua caliente del grifo o que te haya sobrado del termo, pero solo hasta la mitad. Luego la apretas para sacarle el aire y le ajustas bien la tapa.
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Podes envolverla en una remera vieja para que no sientas calor muy intenso.
Pero si este proceso te da miedo, podés agarrar un calcetín grueso de lana, llenarlo con arroz y cerralo bien. Luego calentas el calcetín en el microondas o con secador de pelo y una vez que se calienta lo usas por varias horas.
