Alquiló un avión y repatrió argentinos: la historia del bodeguero que ayudó a regresar a varias familias
Los casos de argentinos desparramados por el mundo que quieren volver al país son muchos. Pero ahora, varias familias podrán regresar este sábado gracias a Ricardo Fernánde Núñez, un empresario que intermedió para traer a personas varadas en Europa del Este.
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Dueño del grupo vitivinícola internacional Vinos de La Luz (con bodegas en Argentina, España e Italia), Ricardo nació en la provincia de Córdoba y tiene una larga carrera profesional entre nuestro país y Europa. La pandemia lo agarró en la ciudad de Kiev, Ucrania, donde cumple con la cuarentena.
Allí, se enteró a través de las noticias que ocho argentinos que se encontraban en Wuhan (punto inicial de la pandemia) en marzo, fueron evacuados a la ciudad donde él se hallaba. Con un par de llamadas a la Cancillería de nuestro país y su ayuda directa, el empresario logró que la aerolínea Ukranian International Airlines los llevara a Madrid para luego viajar a Argentina.
El trabajo de Núñez no sólo logró que regresaran familias ya concebidas, sino que tambipen logró que una pareja pudiera encontrarse con sus hijos concebidos por subrogación de vientres.
Un matrimonio, que casualmente pertenecía a su ciudad natal, Villa María (Córdoba), estaba en Ucrania para al fin conocer a su hija Sofía, concebida a través de este proceso. María Pía Rodríguez y Alejandro Russatti, desconocidos para el empresario, lograron conocerse con su hija y volver al país, junto a otros 22 argentinos varados en Kiev.
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Fernández Núñez cubrió los costos de un vuelo privado para trasladar a este grupo de argentinos desde Kiev hasta Madrid, ciudad desde donde Aerolíneas Argentinas realiza vuelos de repatriación.
"Todo comenzó el 3 de mayo y en 20 días estuvo resuelto. Son papás que vienen a buscar a sus hijos, sólo los ven por fotos, te destroza el corazón, me han conmocionado. Alquilé un avión Embraer 145 de 48 plazas para poder llevar y traer a todos", dijo el bodeguero internacional a BAE Negocios.
"No soy una ONG, soy un empresario pero me siento mejor, pudiendo hacer esto. Es invertir en algo que no tiene precio. Hay un lema en la familia de la bodega que es ‘Compartir el bienestar', la vida nos trató medianamente bien. Esto es una encrucijada para la vida de todos los involucrados, inclusive para mía, había que jugársela y me jugué. La reacción instintiva es ayudar, después se verán los costos", contó Núñez.
El sábado 30 de mayo llegará a Ezeiza el avión con los argentinos que Ricardo Fernández Núñez ayudó a volver.
