Se hizo pasar por Bruno Mars, la sedujo prometiéndole que dejaría la música por ella y le robó 100 mil dólares

El hecho ocurrió en Texas cuando un usuario de Instagram se hizo pasar por el músico y convenció a la víctima de 63 años que se había enamorado de ella.

 Bruno Mars el reconocido artista estadounidense es noticia en estos días luego de haber lanzado, tras cuatro años de receso, un nuevo álbum de estudio llamado "Silk Sonic", el cual lo realizó en compañía de Anderson Paak.

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Sin embargo, su nombre también trascendió fuertemente en las últimas horas, luego de que se diera a conocer en las noticias que un usuario de Instagram utilizó su identidad para engañar a una mujer que cayó de lleno en "el cuento del tío", pero a través de la redes.

El insólito suceso ocurrió en Texas luego de que un hombre, que se hizo pasar por Mars en Instagram, estafó a una señora de 63 años con una gran suma de dinero. No obstante, además, la ilusionó haciéndole creer que la estrella del pop se había enamorado de ella y que dejaría la actuación para escapar juntos.

Chinwendu Azuonwu, de 39 años, oriundo de Nigeria, es el estafador que se puso en la piel virtual del cantante y engañó a la mujer que buscaba una compañía. Según informaron en ABC7, la estafa sucedió tras haber creado una cuenta falsa con el nombre de Mars para entonces seducirla y sacarle dinero.

La víctima por su parte contó además que en 2018 comenzaron a hablar y que él insistió hasta que comenzaron una relación virtual.

Además, le prometió que dejaría su carrera musical con tal de estar juntos, ya que se había enamorado de ella. En tanto, la mujer también detalló que nunca pensó que fuera un engaño ya que en varias oportunidades, Azuonwu le envió fotos de supuestas giras.

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Pero la estafa comenzó cuando "Mars" le explicó que al estar frenada su carrera musical necesitaba un poco de dinero para solventar ciertos gastos y que no tenía cómo pagarle a sus músicos.

La mujer confesó que se lo creyó y que le ayudó girándole un total de 100 mil dólares, que fueron depositados en diferentes cuentas del acusado y de su cómplice, Basil Amadi.

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