Relación rota: Milei y Villarruel en actos por separado y con discursos antagónicos
Una nueva señal de distanciamiento entre Javier Milei y Victoria Villarruel quedó al descubierto este viernes, durante los actos por el Día de la Bandera. Mientras el Presidente optó por no asistir al evento central en Rosario, encabezó en cambio la ceremonia de jura a la bandera en el Campo Argentino de Polo, en Palermo.
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En su lugar, la vicepresidenta fue quien representó al Ejecutivo nacional en el acto que se realizó a orillas del río Paraná.
A diferencia de 2023, Milei decidió no participar del tradicional homenaje que las Fuerzas Armadas realizan cada 20 de junio en el Monumento a la Bandera. Aunque el gobernador de Santa Fe, Maximiliano Pullaro, le había cursado una invitación formal, el mandatario informó su ausencia por "cuestiones de agenda". Así, fue Villarruel quien compartió el acto junto al gobernador santafesino y el intendente de Rosario, Pablo Javkin.
En declaraciones a Cadena 3, la vicepresidenta expresó: "No hay otro lugar para estar en el Día de la Bandera que Rosario". Y agregó: "Estoy muy contenta de estar en Rosario, es donde se creó, acá en las orillas del Paraná, así que qué mejor lugar para estar honrando al general Manuel Belgrano".
Villarruel también envió un mensaje de unidad: "Mi mensaje siempre para el pueblo argentino es que nosotros tenemos que apuntar a la unidad. Y como dijo Manuel Belgrano, no lo voy a citar textualmente, pero fue muy claro cuando dijo que muchos de los problemas y las dificultades que tenemos se resolverían rápidamente si tuviéramos un poquito más de interés en la patria".
La sorpresiva decisión que tomó Milei por el festejo del Día de la Bandera
Por su parte, Milei participó del acto militar en Palermo desde las 11, acompañado por funcionarios como Karina Milei, Luis Petri, Patricia Bullrich, Mariano Cúneo Libarona, Mario Lugones y Guillermo Francos.
Durante su discurso, el jefe de Estado criticó a la política tradicional por el desfinanciamiento de las Fuerzas Armadas: "Durante años la política utilizó a las Fuerzas Armadas como chivo expiatorio para justificar la reducción del gasto en defensa bajo el argumento de que los uniformados eran los malos y los grandes culpables de la decadencia nacional".
Y concluyó: "Se llenaron la boca hablando de soberanía como si fuera agrandar el Estado en lugar de asegurar la prosperidad de su pueblo. Aspirantes y soldados, son el futuro de la patria. Hagan lo suyo frente a las adversidades que nos esperan. En un mundo cambiante, las nuevas amenazas no son sólo en el campo de batalla sino que los pondrán a prueba física y mentalmente, y tendrán que estar preparados".
