Macabro: el calvario que vivió la nena de 13 años que fue asesinada por su papá y su madrastra

La autopsia reveló detalles sobre el abuso al que fue sometida la criatura

Morena Nazareth Lavin Vergara, la joven de 13 años que apareció muerta el martes por la mañana en Zárate, Buenos Aires, vivió realmente un calvario.

Al momento del hallazgo, el cuerpo presentó a simple vista golpes, cortes y quemaduras.

Los policías que indagaron a su papá y a su madrasta, escucharon por parte de ellos, que la joven se autoflagelaba, y que supuestamente ingirió un cóctel de pastillas para quitarse la vida cuando le dijeron que iba a irse a vivir con su mamá.

Detuvieron al principal sospechoso de asesinar a Lola Chomnalez en Uruguay

La autopsia arrojó que Morena sufrió una muerte traumática, ya que fue golpeada, abusada sexualmente y presentaba una hemorragia externa.

El fiscal Alberto Gutierres, responsable de la UFI N°7 de Zárate, determinó la detención del padre biológico de la nena, Pablo Lavin, y su pareja, María Ludueña, que debían ser indagados este jueves por los delitos de homicidio agravado por el vínculo y abuso sexual agravado.

Sin embargo, por pedido de su defensa, la indagatoria se pasó para mañana, según indicaron a Infobae fuentes judiciales. Los dos acusados dieron versiones contradictorias sobre la muerte de la menor.

La autopsia arrojó otros detalles que modificaron la imputación. La calificación del caso es extensa. "Homicidio calificado por el vínculo, por ser progenitor y guardadora respectivamente, y ser garantes de la vida de la víctima, por alevosía, por ser causado por un hombre a una mujer mediando violencia de género y por producir acceso carnal por vía anal y vaginal mediante el uso de objetos o partes del cuerpo que ha realizado un ascendiente y guardador, realizado por dos personas contra una menor de 18 años de edad, aprovechándose de la situación de convivencia preexistente con la misma, de lo cual resultó la muerte de la persona ofendida, en concurso ideal".

El detalle del acceso carnal es clave: la Justicia también detectó que fue abusada, con lesiones compatibles en su cuerpo.

La situación familiar de Morena era compleja. Su madre, gravemente enferma, no pudo hacerse cargo de ella, por lo que la tenencia quedó en poder de su papá desde el año pasado, ahora detenido por el hecho de sangre. En esa vivienda, según relataron otros parientes, vivían además de la nena y los dos sospechosos, otras dos menores: R., de 16, y A., de 5, sus hermanastras.

Según explicaron otros familiares, Lavin había formado pareja hace varios años con Ludueña y decidió cortar lazos no solo con sus hijos sino con toda la familia de sus mujeres anteriores.

Una hermana del detenido, tía de la víctima, confirmó esa distancia: "Una vez que mi hermano se casó, se fue y nunca más vino a lo de mi mamá, la verdad no sabíamos nada de nada. Solo cada tanto cuando él se peleaba con la mujer venía un rato y después no aparecía más", explicó la mujer, que en sus redes sociales pidió justicia por la muerte de Morena. "A lo último los vimos en el hospital cuando mi mamá estuvo muy mal internada y justo ellos estaban sacando turno para la nena", señaló. "De ella, la madrastra, ni hablo, porque era un asco", agregó.

"Él es un padre ausente. Nunca estuvo. A mí me crió mi abuela y mis primos. Él toda su vida fue alcohólico", contó a los colegas de Telefé esta mañana K., otra hermana de Morena por parte del Lavin, pero hija de otra madre.

Hace seis años, la madre de Morena reclamó en sus redes sociales que el padre reconociera y se hiciera cargo de la nena, y recibía el apoyo de su familia política.

Según K., varios miembros de la familia y vecinos advirtieron que Morena no estaba bien. "Se notaba hasta en fotos que ellos subían que había maltrato", dijo. "Cuando los invitaba a que vengan a mi casa, porque obviamente venían todos, le decía a More ?¿estás bien?' y nunca me respondía ni sí, ni no", continuó.

"Yo desde hace un mes la acompañaba a la escuela, no todos los días porque trabajo. Ella no iba en el mismo grado que mi nene, ella iba a sexto, pero yo la llevaba", comentó también Natalia, una vecina del barrio. "Una vez le vi lastimadas las rodillas. R. [la hermana de Morena] decía ?contale' y ella no respondía, solo me miraba".

Ahora, la Justicia tiene en su poder los celulares de los detenidos, que serán analizados para establecer si hay comunicaciones, imágenes o chats que puedan servir para el esclarecimiento de la causa. También será clave el testimonio de los otros familiares de Morena.

Esta nota habla de: