La Iglesia Católica argentina anunció un histórico cambio alineado con políticas de Milei

A partir de esta semana, arzobispos y obispos renunciaron a la ayuda económica estatal, finalizando un proceso que inició en 2018.

En una decisión histórica, la Iglesia Católica argentina dejó de recibir aportes económicos del Estado y eliminó las asignaciones mensuales para arzobispos y obispos a partir del 1 de enero de este año

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La medida fue anunciada por la Conferencia Episcopal Argentina (CEA), que concluyó el proceso de renuncia de los líderes eclesiásticos a las asignaciones mensuales establecidas por la ley 21.950.

Este proceso de renuncia se inició en 2018, cuando la Iglesia anunció su intención de "renunciar progresivamente" al aporte del Estado, que en ese momento ascendía a alrededor de 130 millones de pesos anuales. 

Según la CEA, el último día hábil de diciembre de 2023 marcó la conclusión de este proceso, conforme a lo establecido en la Asamblea Plenaria y comunicado a la Secretaría de Culto de la Nación.

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En una resolución del 26 de abril de 2023, el Ministerio de Relaciones Exteriores, Comercio Internacional y Culto, permitió a los arzobispos y obispos que hayan cesado en sus cargos por razones de edad o invalidez solicitar, bajo ciertos requisitos, recibir la asignación prevista en la ley. El monto actual de esta asignación se estableció en 98.000 pesos, según indicó la CEA en un comunicado.

En 2020, los obispos presentaron el Programa de Financiamiento Eclesial (FE), destinado a obtener donaciones y fondos para financiar las tareas pastorales en el país, como parte de su estrategia para prescindir gradualmente de los fondos estatales. Aunque el aporte estatal representaba solo el diez por ciento del presupuesto total de la Iglesia, era especialmente significativo para las diócesis más desfavorecidas.

La medida busca redefinir la autonomía financiera de la Iglesia Católica en Argentina y fue recibida como un hito en su relación con el Estado. La CEA, al anunciar la renuncia a los fondos estatales en 2018, expresó la intención de generar nuevos mecanismos de financiamiento para garantizar la sostenibilidad de sus actividades pastorales en el país.

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