Habló el hermano de una de las condenadas por el crimen de Lucio Dupuy: "No estaba muy..."

A pocas horas de que se haya conocido la condena contra Magdalena Espósito Valenti (25), y su novia Abigail Páez (28), a causa del crimen de Lucio Dupuy en Santa Rosa, La Pampa, rompió el silencio el mayor de las implicadas.

En diálogo con Clarín, el hermano de Páez, contó: "Si algo hizo lo va a tener que pagar (por su hermana). No va con mis principios eso. Para el culo estamos nosotros".

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Y agregó: "Por más que estoy escuchando música y cocinando, estamos mal. La gente que nos conoce, nos da un abrazo, nos contiene".

Mientras avanzaba la charla de los colegas con el joven, recordó otras situaciones sumamente difíciles que les tocó pasar a los Páez. "En 2016 se nos suicidó un primo y al poco tiempo la hermanita de 11 años en Mar del Plata", reveló.

Y admitió ser sumamente unido a Abigail. "Nunca fuimos problemáticos, cero violencia y esto nos afectó" y aclaró: "Si cuento quién era mi hermana nadie me va a creer. Cambió un montón por Magdalena. Ella no estaba cuerda, pero no quiero hablar de ella porque tendrían que hablar con sus padres. Tenía muchos problemas, era muy anti varón".

El joven también hizo referencia a la relación que tenía con Espósito Valenti, su cuñada "Magdalena odiaba a los hombres, tenía mucho rechazo. No podías sentarte a charlar con ella".

Luego, comentó que su hermana era una persona un tanto solitaria hasta que inició su relación con la mamá de Lucio Dupuy. "No tenía amigos ni rumbo. Se vino con mi hermana a Santa Rosa y nos cagó la vida".

Algunas actitudes de Magdalena hicieron que los familiares de Abigail Páez intentaran convencerla de que no continúe con su relación, aunque ella no hizo caso. "No entendí por qué mi hermana seguía con ella. Un mes antes de que pasara todo fue mi última charla con mi hermana en la casa de ellas. Le dije que se aleje. Una amiga de mi hermana también se lo dijo. Pero nos decía que se amaban, pero para mí no era amor eso", expresó.

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También contó que "Maga nunca quiso a Lucio" y que "nunca se hizo cargo, para traerlo a vivir con ellas fue mi hermana a hablar con la jueza". Y explicó: "No trabajaba, era vaga, la mantenía mi hermana".

Por otra parte, dijo que se trataba de una mujer muy difícil, sin amistades y que hablaba mal de todo el mundo.

"Magdalena trabajó unas semanas en el casino y a la semana pasó lo que pasó. Cobró un sueldo, y con esa plata le regaló un bebote a Lucio como si fuese una nena", añadió.

También narro que "le ponía medias y pantalones rosas. Ella decía que él le pedía pero era mentira. Quería una nena, no lo quería a él porque rechazaba a los hombres".