Miles de pasajeros quedaron varados por el conflicto de Andesmar

Micros de larga distancia estacionados en los andenes y vacíos.

Familias, turistas y viajantes “en espera” de alguna noticia y mucho mal humor.
Eso fue lo que se vivió durante todo el fin de semana a raíz de un paro iniciado por choferes de la empresa Andesmar y todas sus firmas asociadas, que dejó sin viajar a miles de pasajeros.
El conflicto se inició por el reclamo del gremio nacional Unión de Trabajadores Automotor (UTA), que exigen, entre otras cosas, que los empleados de la empresa estén afiliados a su gremio y no al local.
Desde el viernes a las 18 no salió ningún colectivo de Andesmar. En la terminal de Mendoza la gente se agolpó y la bronca fue en aumento. Hubo tensión y se inició una causa judicial. En los pasillos se mezclaron turistas extranjeros, mendocinos que viajaban a otras provincias para hacer trámites y hasta personas que tenían que viajar por razones de salud y que tampoco pudieron hacerlo a tiempo.
Algunos pasajeros pudieron ser reubicados, mientras que otros tuvieron que cambiar sus pasajes para otro día o reclamar el dinero.
La situación se mantiene y hasta hubo amenazas de que se corte totalmente el servicio de las otras empresas, que podrían actuar en “solidaridad” con Andesmar. La Cámara Empresaria de Larga Distancia así lo informó en un comunicado, pero finalmente las otras empresas continuaron con sus servicios de manera normal.
Las empresas afectadas son Andesmar, Tramat, El Rápido y El Pingüino, todas pertenecientes al mismo grupo empresario mendocino.
Ante la situación, el Ministerio de Trabajo de la Nación dictó el viernes por la tarde la conciliación obligatoria, pero la medida no fue acatada por el gremio.
Hasta ayer a la tarde en las boleterías no sabían precisar qué futuro tendría el conflicto. Por eso sólo se dedicaban a tratar de ubicar a los pasajeros en otros servicios o a devolver el dinero ya abonado.