"Stands literarios", la novedosa propuesta de una escuela de Maipú para incentivar la lectura

Daniela Conil

La escuela María Cremaschi de Cavagnaro llevó a cabo un evento inédito en la educación mendocina con el fin de llevar la lectura a todos los vecinos de la zona.

En un mundo dominado por redes sociales, donde la información que no llega por los libros llega como dato curioso en TikTok y un Best Seller es reemplazado por una corta e intensa historia de Wattpad, los alumnos de la escuela 1-051 María Cremaschi de Cavagnaro de Maipú demostraron que no toda la lectura en papel está perdida. 

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Este martes, los estudiantes y docentes del colegio primario organizaron un evento inédito en la educación mendocina: "Stands literarios", diferentes puestos con propuestas y representaciones de clásicas y nuevas historias que atraparon a los alumnos de las diferentes edades. 

Además, cada uno de los grados representó de manera teatral un libro, que iban desde la historia argentina hasta la mitología griega, pasando desde las historias más alucinantes y atrapantes hasta casos con un oscuro trasfondo. Todo ello, frente a las escritoras mendocinas Viviana Baldo y Gabriela Mezzabotta, quienes observaban con gesto de felicidad -y orgullo, por qué no-. 

Docentes y padres de la escuela Cavagnaro de Maipú organizaron uno de los más impresionantes eventos para incentivar la lectura. 

Carina Ferrari, la directora del establecimiento educativo, habló con VoxPopuli sobre cómo surgió esta nueva propuesta para ayudar a aumentar la lectura no solo entre los alumnos, sino en toda la familia. 

"En los pilares de la educación de nuestra provincia está la alfabetización, por eso armamos este proyecto con los docentes y se fue trabajando junto con el programa de fluidez lectora. Ahora vemos la cosecha de todo lo que se sembró", afirmó la educadora. 

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Además, aseguró que la logística comenzó a gestarse en marzo, apenas iniciadas las clases. "Cada docente selecciona los libros que los chicos van a leer y busca la forma de incentivarlos para que trabajen, y después compartir las experiencias. Se hace una selección de libros de acuerdo a la edad y las características del grupo", explicó.

En tanto, contó a este medio que desde la escuela llegaron a un convenio con el programa "Leo Leo", lo que les facilitó una app que ayudara a mejorar la lectura de cada uno de los alumnos, por lo que, tanto docentes como padres, debieron capacitarse para aprender a usarla. 

Con banderas y pancartas, el patio estaba listo para ver brillar a sus estrellas. 

"La alegría que ellos sentían por leer la compartían y terminaron haciendo un café literario; haciendo obras caracterizándose de acuerdo a lo que habían visto; invitaciones a los abuelos para contarles historias; haciendo articulación con la escuela secundaria Julio Fernández Peláez y diferentes escuelas primarias. Los chicos avanzaron en su fluidez y su prosodia, pero también en su alegría por leer y escribir", destacó. 

Así, comenzó el acto que tuvo como los grandes protagonistas a los chicos, pero que también animaron a sus padres, quienes participaron en su propia interpretación de cuentos fantásticos e historias que ya son canon. 

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"La propuesta de la escuela es maravillosa, el año pasado también tuvo su fruto y ahora quisimos ser parte. Esta escuela busca mucho incluir a los papás en las actividades y que ellos se involucren. Siempre estamos predispuestas para lo que sugieran las seños, y eso contagia a otros papás", contó Melisa, la mamá de una pequeña de tercero, caracterizada y lista para salir en escena. 

Los chicos de sexto y séptimo fueron los encargados de abrir la jornada. Los primeros, con el clásico de Homero, La Odisea; mientras que los segundos lo hicieron con una cruda historia, la del cuento "Caramelos de fruta y ojos grises", de la escritora mendocina -por adopción y desde el corazón- Liliana Bodoc

"Representamos un libro que habla del secuestro y la trata de persona. Con esta performance tratamos de representar lo que es el secuestro para que los espectadores tomen conciencia del peligro que representa", contaron los alumnos de séptimo. 

Por su parte, los de sexto enunciaron:  "Nos gustó mucho la historia, más que nada el final. Entre todos elegimos los episodios y los personajes. Los decidimos con la seño de música y la seño Alicia, y después nos ofrecimos para interpretar los personajes". 

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Con una sonrisa de oreja a oreja con el pasar de los actos, y con el teléfono capturando cada momento único, la escritora Viviana Baldo afirmó que se sentía "sorprendida" por el resultado con el cual se topó al llegar al colegio. 

"Me sorprendió ver la producción que hicieron, porque no solo es la lectura, sino que lo asimilaron y lo reprodujeron en una dramatización. Es genial porque supone una comprensión del texto y un estudio tanto de la obra como del autor, y me alegra que se logre esto en una escuela, que no es usual. Esperaba encontrar un grupo de chicos que quisieran que yo les leyera, no esto. Y esto es genial", enfatizó.  

Así, con risas y emociones, cada uno de los alumnos le demostró a su entorno y a toda la localidad de Coquimbito que el amor por los libros persiste y sigue latente en la juventud y en las familias. 

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