Estas son las recomendaciones de pacientes recuperados de Covid-19

Si bien ya transitaron la enfermedad, todos coinciden en que se trata de "un virus bravo y uno se confía demasiado".

Este lunes Argentina superó la cifra de 1.102.000 personas afectadas por coronavirus, desde que se inició la pandemia. Pese a este alto número, hay miles de pacientes que lograron superar esta enfermedad.

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Muchos de ellos fueron asintomáticos, otros tuvieron algunos leves síntomas, pero otros tantos padecieron a esta pandemia.

Muchas de las personas recuperadas, que fueron consultadas por Télam advirtieron que "no hay que descuidarse ni dos minutos" y aplicar las medidas de profilaxis, como la distancia social, el barbijo y la higiene extrema, para evitar los contagios porque "es un virus bravo y uno se confía demasiado".

Los recuperados coincidieron en que "la conciencia colectiva es lo más importante" para evitar su propagación en reuniones o lugares cerrados y recordaron que en su mayoría padecieron fiebre, cansancio, pérdida del olfato, insomnio y fuerte dolor de espalda, tras lo cual varios quedaron con secuelas.

Uno de los casos más mediáticos en Mendoza fue el de Alejandro Gullé, procurador general de la provincia que estuvo contagiado.

A mediados de agosto se conoció como caso positivo y tuvo que estar internado 4 días en terapia intensiva y otros días en observación por una "neumonía bilateral".

"Hoy me siento bien, pero estuve con un cansancio importante. La verdad es que estar en terapia no deja una buena sensación, nunca tuve miedo, pero es un virus bravo y uno se confía demasiado. No creí que me fuera a contagiar porque en términos generales yo tomaba todas las medidas de profilaxis que recomiendan y sin embargo me contagié igual, no la pasé muy bien y ahora me estoy haciendo los estudios esperando que secuela me puede haber dejado", dijo a Télam.

En Buenos Aires, la docente platense Nora Cuello contó que su marido tuvo un "contacto estrecho" con un positivo en su trabajo y que en su casa "cada 3 días aparecían los síntomas de alguno" y se contagiaron ellos y sus dos hijos.

"Los síntomas fueron muy variados entre todos. Yo tuve 3 días de fiebre, mucho insomnio y decaimiento. Mi marido cansancio y dolor de cabeza, mi hija dolor muscular y mi hijo fiebre. Todos perdimos el olfato", describió Cuello.

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Romina Gastinel, comerciante de Bahía Blanca, dijo a Télam: "empecé un domingo con un leve resfrío, el lunes con una molestia en la garganta pero era suave" y señaló que "ya el martes no podía respirar, tenía dolor generalizado, fiebre, cansancio, no podía hablar y no tenía olfato".

Luego de transitar la enfermedad en su casa, "donde por suerte no afectó las vías respiratorias", la mujer contó que "el cuerpo quedó sin fuerzas y hoy en día lo que me quedó es que no recuperé el olfato y me afectó la parte auditiva".

"Es una fea experiencia y hay que cuidarse, mantener la distancia y usar barbijo", agregó.

En Neuquén, el extrabajador de la salud y ahora jubilado Baltazar Álvarez (62) señaló que "es una enfermedad que no te deja en paz, no podes estar acostado, ni sentado, no te podes mover, es una cosa odiosa, te duele todo".

"Pasé las noches más difíciles de mi vida", contó a Télam al recordar que pasó una semana internado "con días en los que tuve 38 y 40° de fiebre".

Desde su casa, tras recibir el alta y bajar varios kilos, exhortó a extremar los cuidados porque, dijo: "me cuesta entender que la gente no se dé cuenta que los hospitales están saturados, que no hay más respiradores, que es mínimo el lugar que hay y que no tomen conciencia de lo que es esta enfermedad porque no podemos esperar a tener más muertos para darnos cuenta que la conciencia colectiva es lo más importante".


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