Un inédito cambio pone en peligro la final de la Libertadores entre Boca y Fluminense

Podrían mudar la final del certamen continental a otro estadio de Brasil por un insólito motivo que preocupa a Conmebol.

A 16 días de la gran final de la Copa Libertadores entre Boca Juniors y Fluminense, un inesperado giro de eventos que sacude por completo al mundo del fútbol.

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Conmebol está considerando seriamente la posibilidad de modificar la sede del esperado enfrentamiento entre los dos equipos sudamericanos. El estadio Maracaná en Brasil podría ser reemplazado por el Morumbí debido a la presión ejercida por Flamengo, el club local en Maracaná.

La noticia, que inicialmente se divulgó en el diario brasileño O Globo, comenzó a resonar con fuerza en los círculos futbolísticos, generando un debate sobre la viabilidad de dicho cambio de sede. La decisión de mover la final se basa en la presión ejercida por Flamengo, que desea jugar un partido del Brasileirao en Maracaná unos días antes del enfrentamiento programado para la Copa Libertadores y también busca obtener una mayor cantidad de entradas para sus seguidores.

En respuesta a esta situación, se programó una reunión en las próximas horas entre las partes involucradas: la Conmebol y los dos equipos finalistas, Boca Juniors y Fluminense.

La posible modificación de la sede plantea desafíos considerables. La mayoría de las localidades, a excepción de los 20,000 asientos reservados para Boca, ya fueron vendidas.

El calendario también presenta obstáculos para el cambio de sede. Flamengo tiene programado enfrentar a Bragantino en Maracaná el 28 de octubre, y según los protocolos de la Conmebol, el estadio debería estar disponible algunos días antes de la final para garantizar que el césped esté en óptimas condiciones.

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Además, el Mengao, como se le conoce a Flamengo en Brasil, solicitó más boletos de los disponibles para los dos clubes finalistas, lo que agrega un elemento adicional de tensión en torno a la organización del evento.

Como posible alternativa al Maracaná, se menciona el estadio Morumbí en São Paulo. Sin embargo, surge un nuevo desafío, ya que el mismo fin de semana de la final de la Copa Libertadores se llevará a cabo una carrera de Fórmula 1 en la ciudad, lo que complicaría aún más la logística de un cambio de sede.

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