Cristina, junto a Evo, negó que se vaya a enfriar la economía

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner inauguró junto a su par boliviano, Evo Morales, el gasoducto de integración “Juana Azurduy”, y aseguró que no existe ninguna intención de “enfriar” la economía.


“Vamos a asegurar el crecimiento de la industria, porque todos tengan la certeza que vamos a sostener la demanda agregada y va a ser necesario sostener el crecimiento, la inversión y la producción de bienes y servicios”, señaló, contradiciendo a quienes sostienen que enfriar la economía es la única manera de frenar la inflación.
Cristina aprovecho para referirse a las políticas energéticas llevadas a cabo por su gobierno: “En esta etapa han podido acceder a una sustancial mejora de vida y eso se nota también en la suma de consumo energético. Estamos haciendo obras de carácter estratégico, como esta”, aseguró.
El gasoducto binacional aportará entre 7,7 y 11 millones de metros cúbicos diarios, tiene 13 kilómetros y 32 pulgadas de diámetro, y se extiende desde Campo Margarita, en el departamento sureño de Tarija, hasta Madrejones, fronteriza con la Argentina.
En la Argentina, el gasoducto tiene una longitud de 35 kilómetros, desde Refinor hasta Campo Durán, y se unirá al Gasoducto del Noreste Argentino.
Por la mañana, el jefe de estado que estará presente en el partido que su selección disputará esta noche contra la Argentina, fue distinguido con un doctorado Honoris Causa de la Universidad de Córdoba. El homenaje reconoció al mandatario como “una figura central del potencial transformador que representan los movimientos sociales latinoamericanos en la defensa de los derechos de los pobres y explotados”.
La máxima distinción universitaria fue aprobada, por unanimidad, por el Consejo Superior de la UNC, que resaltó la figura de Morales como “primer presidente constitucional indígena del continente, lo que da cuenta de la posibilidad de construir un nuevo relato histórico centrado en la igualdad entre los pueblos americanos”.
Al aceptar su distinción, el jefe de estado hizo un largo repaso de la historia de lucha del pueblo de Bolivia contra las políticas neoliberales, y de la defensa de las riquezas de su tierra. Recordó también su vida, de pobreza y privaciones, oportunidad en la que destacó que “la lucha sindical, para mí, ha sido una gran escuela”. El mandatario valoró el apoyo de los bolivianos porque, dijo, “cuando un dirigente defiende a su pueblo, ese pueblo defiende también a su presidente”.