Video: atacaron con hierros, palos y un cuchillo a un jubilado para robarle una olla y el celular

Redacción Diario Vox

Tres hermanos ingresaron durante la madrugada a la casa del hombre de 74 años que recibió casi 20 puntos de sutura en la cabeza.

Durante la madrugada del jueves, tres delincuentes armados con palos, hierros y un cuchillo ingresaron a la casa de un hombre de 74 años para robarle una olla, una garrafa, un celular y un secarropa nuevo, por el que había pagado una sola cuota, en Santa Fe.

Don Horacio, un jubilado de Granadero Baigorria, se trasladó como pudo al sanatorio Plaza de Rosario, donde le aplicaron casi 20 puntos de sutura por las heridas que tenía en la cabeza, el rostro y gran parte del cuerpo.

De regreso en su casa, el hombre habló en vivo en Telenoche, noticiero de El Tres de aquella provincia, donde relató cómo se dio el brutal ataque. "Casi me matan", dijo.

"Yo me desperté a la madrugada y escuché que estaban barreteando la ventana. Les dije ‘¿qué hacen ahí?'. Y me contestaron ‘ya nos vamos viejo'", relató el hombre sentado desde su hogar, con algunas costras de sangre seca aún en la frente. "Pero igual entraron y me pegaron con palos, con caños, agarraron un cuchillo tipo machete", siguió.

Horacio dijo con certeza que "eran tres" los delincuentes y que esta "es la segunda vez que entran, son los mismos de la otra vez".

El motín con el que se hicieron los malvivientes fueron "una olla, una garrafa, el celular, un secarropas que había pagado una sola cuota". Y notablemente afectado confesó: "No sé qué voy a hacer, voy a tener que pedir fiado. Porque un teléfono tengo que comprar para comunicarme con mi hija".

El jubilado conoce a sus agresores, "son tres hermanos con muchos problemas en la familia. Uno de los ladrones tiene 16 años, creo que ese la Policía lo tiene detenido. Los otros dos creo que están prófugos".

"Me pegaron mucho en la cabeza, en el hombro, en las manos", dijo sobre la brutal agresión. "Por suerte no me dejé pegar en la cara", rescató. "Yo a uno de ellos lo agarré de los pelos y lo tiré contra una mesa; ahí aprovecharon y me dieron con un palo y con el barrote de la reja", detalló.

Lo primero que hizo Horacio cuando se fueron los agresores fue comunicarse con su hija: "Caminé hasta el quiosco de un vecino, le toqué el timbre pero no me escuchaba. Después me escuchó un vecino e hice llamar por teléfono a mi hija".

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