Mendoza celebró una nueva Vendimia y el Frank Romero Day fue una fiesta
000 personas que asistieron al Acto Central. El mapping, la música en vivo y la invocación a la Virgen de la Carrodilla, son algunos de los factores fuertes que tuvo la noche.
La celebración fue dirigida en esta oportunidad por Vilma Rúpolo, y a pesar de utilizar herramientas tecnológicas de última generación, no dejó de lado la verdadera esencia del ser mendocino que se siente representado por esta fiesta. Durante la ceremonia un narrador fue protagonista, estuvo encarnado por Guillermo Troncoso, el mismo fue relatando los distintos cuadros que se fueron sucediendo a lo largo de las dos horas que duró el Acto.
Un papel destacado fue el que tuvo el sobrino de Arístides Vargas, guionista del espectáculo, Gaspar Vargas, de 10 años, que junto a la reconocida Charo Francés, mostraron a un hombre que recuerda su infancia entre viñas y costumbres que siente propias. La música en vivo sin lugar a dudas acompañó con un rol importante, más de 40 músicos que pasaron por algunas cuecas, tonadas y hasta tango. El ex Karamelo Santo, Goy Karamelo, Sebastián Garay, Sandra Amaya y Leandro Lacerna fueron algunas de los exponentes de la escena local que no desentonaron sino que al contrario, hicieron conocer a los turistas extranjeros un poco de nuestras raíces musicales.
Uno de los condimentos especiales de “Teatro Mágico de Piedra y Vino” fue el mapping más grande que se haya realizado en el país, y que implicó un costo de $800 mil aproximadamente. Esta técnica llegó hace algunos años a Argentina y ahora este efecto especial se transformó en parte importante de la celebración máxima de los mendocinos.
El escenario se convirtió en una especie de “gran pantalla”. Este sistema acompañó algunos momentos claves que vivieron los personajes principales de la fiesta. Se homenajeó a la música de la década del 70, a los héroes de la patria y una mención especial tuvo el aparte que se llevó a cabo con el artista local, Leonardo Favio, haciendo emocionar a los presentes con algunas de sus canciones.
Como siempre los cerros no estuvieron ajenos a lo que ocurría en el interior del Teatro Griego. Provistos de banderas, conservadoras y termos, miles de familias fueron a alentar a su reina y a ver un show único en el mundo.
La celebración fue dirigida en esta oportunidad por Vilma Rúpolo, y a pesar de utilizar herramientas tecnológicas de última generación, no dejó de lado la verdadera esencia del ser mendocino que se siente representado por esta fiesta. Durante la ceremonia un narrador fue protagonista, estuvo encarnado por Guillermo Troncoso, el mismo fue relatando los distintos cuadros que se fueron sucediendo a lo largo de las dos horas que duró el Acto.
Un papel destacado fue el que tuvo el sobrino de Arístides Vargas, guionista del espectáculo, Gaspar Vargas, de 10 años, que junto a la reconocida Charo Francés, mostraron a un hombre que recuerda su infancia entre viñas y costumbres que siente propias. La música en vivo sin lugar a dudas acompañó con un rol importante, más de 40 músicos que pasaron por algunas cuecas, tonadas y hasta tango. El ex Karamelo Santo, Goy Karamelo, Sebastián Garay, Sandra Amaya y Leandro Lacerna fueron algunas de los exponentes de la escena local que no desentonaron sino que al contrario, hicieron conocer a los turistas extranjeros un poco de nuestras raíces musicales.
Uno de los condimentos especiales de “Teatro Mágico de Piedra y Vino” fue el mapping más grande que se haya realizado en el país, y que implicó un costo de $800 mil aproximadamente. Esta técnica llegó hace algunos años a Argentina y ahora este efecto especial se transformó en parte importante de la celebración máxima de los mendocinos.
El escenario se convirtió en una especie de “gran pantalla”. Este sistema acompañó algunos momentos claves que vivieron los personajes principales de la fiesta. Se homenajeó a la música de la década del 70, a los héroes de la patria y una mención especial tuvo el aparte que se llevó a cabo con el artista local, Leonardo Favio, haciendo emocionar a los presentes con algunas de sus canciones.
Como siempre los cerros no estuvieron ajenos a lo que ocurría en el interior del Teatro Griego. Provistos de banderas, conservadoras y termos, miles de familias fueron a alentar a su reina y a ver un show único en el mundo.
