La reina confirmó que milita, se descompensó y sigue la polémica
La flamante reina nacional de la Vendimia, Sofía Haudet, tuvo un debut complicado. Cumplió con el protocolo, recorrió instituciones, habló mucho, dijo y se desdijo y sumó el estrés suficiente para descompensarse. Tanto que debió ser asistida en Casa de Gobierno y ayer hasta habían suspendido su participación en la Fiesta, pero finalmente estuvo.
El problema para la joven de Guaymallén es que le llegó la presión de golpe y tuvo algunos inconvenientes para manejarla. El domingo había negado que fuera militante de una agrupación oficialista. Pero ayer se desdijo y confirmó que es militante de La Güemes, una agrupación kirchnerista con perfil más bajo que otras como La Cámpora.
La joven defendió el trabajo de la militancia joven y tuvo algunos furcios. “La realidad es que la agrupación Güemes es una agrupación donde me han enseñado un montón de cosas. Hemos salido a caminar barrios y he aprendido mucho de ellos porque son muy humildes. La vida es política hoy por hoy”, dijo la reina en una entrevista en radio Nihuil.
Una característica de la soberana es la verborragia, algo que demostró en las entrevistas que realizó. La joven habla mucho y de corrido. “Hay que salir adelante y saber que la política no es un vudú (sic). Todo lo que hacemos nosotros es política. Uno tiene que tener una visión crítica de las cosas. Uno tiene que saber lo bueno y lo malo y tiene que buscar cosas para mejorarlo justamente”, repitió. “Sí, yo trabajé y milité y no me parece nada malo. Pero yo sé en el lugar que estoy ahora y que represento la diversidad de opiniones”, agregó.
Según trasendió, las palabras de la reina no cayeron bien en el sector de protocolo del Gobierno, pues están acostumbrados a medir lo que las reinas dicen y siempre tratan de mantener un guon que no genere ninguna polémica. La militancia de Sofía y la polémica que algunos medios intentaron general a su alrededor movilizó a los funcionarios. Y por eso, aseguran, le pidieron a Sofía que baje el perfil y no se preste a más entrevistas abiertas.
Sobre el mediodía ella y la virreina María Agustina Cano visitaron al gobernador Francisco Pérez. Allí fue cuando Sofía se descompensó. Según aseguran el problema se debió al cansancio acumulado de ella y a la mala alimentación que tuvo en los últimos días.
La joven salió de la audiencia (que duró cerca de 40 minutos) y antes de dar una conferencia de prensa comenzó a lagrimear y se descompensó. De inmediato la sistieron y explicaron que se debió a que no se había alimentado correctamente.
