Candela Berbel: “Nunca fui la reina para la foto”

Dueña de una personalidad sobresaliente, supo ganarse la atención en cada espacio en el que participó; Asegura que aprendió “muchísimo” y que no se siente triste por dejar la corona.


Suyai Candela Berbel se destacó durante el reinado de la Vendimia Nacional 2013-2014 por imponer su impronta personal y no conformarse con un rol secundario o pasivo. Dueña de una personalidad muy definida y una simpatía propia de quien se siente cómoda como anfitriona, representó a Mendoza en cada evento nacional e internacional, con el orgullo de mostrar las ventajas y belleza de su provincia.

A pocas horas de entregar la corona a la próxima soberana vendimial, Candela poco a poco a se va desprendiendo de los atributos y asegura sentirse muy feliz por todo lo vivido y con mucha energía para enfrentar los desafíos que se le han propuesto para este nuevo año.

A continuación, algunas de sus reflexiones antes de entregar la corona y el cetro.

¿Cuál es tu balance de lo vivido durante 2013?

He crecido un montón. En este año he aprendido muchísimo sobre nuestra provincia y también sobre idiomas o temas relacionados con el turismo. Fue un año de crecimiento personal y profesional.

¿Cómo viviste los primeros días de reina?

Fue muy loco, porque todo pasó de un día para el otro, pero no sé si alguna vez estuve nerviosa. Estaba en mi salsa.

¿Fue difícil encarar las responsabilidades de una reina vendimial?

Tanto Nadia (Nadia Romina González, virreina), como yo, ninguna de las dos habíamos estudiado nada relacionado con el turismo, razón por la que nos propusimos aprender todo sobre nuestra provincia. Tuvimos hambre de trabajar y conocer más sobre las características de Mendoza.

¿Lograron complementarse entre ambas?

Sí, trabajábamos juntas, buscábamos la manera de atraer la atención de la gente que visitaba las ferias nacionales e internacionales donde Mendoza participaba con un stand. En algunas situaciones llegábamos a armar juegos para interesar a la gente por nuestra provincia.

¿Fue difícil romper el estereotipo que se tiene de las reinas vendimiales?

Me enoja que la gente piense eso, yo nunca fui la reina para la foto. Junto con Nadia trabajábamos muchísimo para hacer un quiebre y romper ese estereotipo, porque nuestro objetivo no era solo servir vino sino ser un puente para exhibir a Mendoza.

¿Cómo te sentías cuando hablabas de Mendoza en otros países?

A los pocos días de haber asumido me tocó visitar China, India y Brasil, además otras provincias argentinas. Para nosotras era un orgullo poder hablar de nuestra tierra y mostrarla al mundo.

¿Estás triste por dejar la corona?

No, me siento muy bien. Fue un año espectacular, que superó mis expectativas por cien mil, pero ahora se presentan nuevos desafíos.

¿Pensás que ser reina perjudicó en algo tu carrera o los estudios?

Tuve que dejar de estudiar Publicidad por una decisión propia y más que obvia, ya que no estaba ni diez días seguidos en Mendoza, y como soy muy metódica, la opción de rendir libre no me convenció. Además, ser reina de la Vendimia es algo que te pasa una vez en la vida y por eso me dediqué a cumplir ese rol al cien por ciento.

¿Cómo será tu 2014?

Mañana a la tarde vuelvo a ser simplemente Candela y ya tengo algunas propuestas de trabajo. Me gusta mucho el periodismo, sobre todo la radio, que es donde me siento más cómoda, aunque también me gusta mucho escribir. Siento que es lo mío.