Tras las elecciones, la oposición llamó un paro

Tras una semana de denuncias de fraude electoral, protestas, represión y más de 100 muertos en Kenia, el líder opositor Raila Odinga dejó en claro ayer que la crisis aún no terminó.


Tras una semana de denuncias de fraude electoral, protestas, represión y más de 100 muertos en Kenia, el líder opositor Raila Odinga dejó en claro ayer que la crisis aún no terminó cuando llamó a sus simpatizantes a no ir a sus trabajos hoy por la mañana, una convocatoria que chocó con la nueva advertencia del presidente Uhuru Kenyatta, quien adelantó que no tolerará manifestaciones “violentas”.


La última vez que Odinga habló en público fue el viernes cuando reiteró que no reconocía la victoria electoral de su rival y el actual presidente y volvió a denunciar un fraude electrónico en el conteo. Sus palabras reavivaron las protestas, que fueron otra vez reprimidas por la Policía, elevando el saldo de muertos en las calles a más de 100 personas.


Su discurso, ofrecido en el corazón del barrio popular de Kibera, en Nairobi, ante una multitud enardecida no sólo profundizó la crisis actual, sino que además avivó la incertidumbre en el país y los temores de que se repita un enfrentamiento político-tribal como el que siguió los comicios generales de 2007, que terminó con más de 1.100 muertos y más de 600.000 desplazados.