Tras la batalla campal en Pinamar, el gobierno tomó medidas y aplicó restricciones en la costa

La piñadera desatada esta semana obligó a las autoridades a dar marcha atrás en algunas actividades. Fue a través de un decreto.

Las lamentables imágenes que se viralizaron de una fiesta clandestina que terminó en batalla campal en Pinamar tuvieron consecuencias. Autoridades locales debieron aplicar restricciones para prevenir contagios y nuevos episodios de violencia.

Video: descontrol y batalla campal en una fiesta clandestina en una playa de Pinamar

Sabido es que en las playas de la Costa Atlántica los protocolos se cumplen a medias y que los jóvenes, tal como se aprecia en las imágenes, arman día a día fiestas clandestinas donde el distanciamiento social no existe, se comparten botellas, vasos y cigarrillos. Por supuesto, tampoco se usa tapabocas.

La feroz pelea desatada en la costa de Pinamar, que dejó a una joven con lesiones en su cabeza luego de sufrir un botellazo, motivó una reunión de urgencia de las autoridades locales, que establecieron restricciones no solo para evitar que los contagios sigan creciendo en la ciudad, sino también para evitar que una situación como la que fue noticia en todos los portales vuelva a ocurrir.

El intendente Martín Yeza firmó un decreto cuyo vigencia es automática y prohíbe el consumo de alcohol en la playa y el uso de parlantes en espacios públicos, como la costa y plazas de la ciudad balnearia. Creen que estas medidas, las cuales deberán ser fiscalizadas por la policía a fin de que sean cumplidas, desalentarán las fiestas ilegales.

"Buscamos evitar la concentración de jóvenes. Si alguien quiere escuchar música a un tono normal, no habrá problemas, no se podrá superar una cierta cantidad de decibeles.

Las promesas incumplidas que ahora podrían complicar el tránsito entre Mendoza y San Juan

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