Cómo y cuándo injertar árboles frutales

Uno de los mejores métodos para la multiplicación y reproducción de árboles frutales es hacer injertos. Entérate cómo y cuándo injertar árboles frutales en esta nota.

A grandes rasgos, el proceso para realizar injertos en árboles frutales se puede describir como un corte en una rama e insertarla en otro árbol. Sin embargo, no es tan sencillo, de hecho existen diferentes modos para realizar un injerto exitoso. No debemos olvidar que la finalidad es que el árbol frutal crezca fuerte, sano y dé frutos. 

Ésta técnica para la reproducción de árboles frutales ha sido utilizada desde hace miles de años debido a su gran eficacia. Según los expertos, ya en el milenio I a.C, los chinos realizaban injertos en sus prácticas agrícolas. A medida que las sociedades se fueron modernizando, esta técnica se fue perfeccionando hasta el punto de hacer injertos para fortalecer algunas especies y hacerlas más resistentes a plagas y enfermedades.

Consideraciones preliminares y técnicas para realizar injertos en árboles frutales 

Puedes adoptar esta técnica milenaria para beneficio de tus frutales con la finalidad de que se autopolinicen, en el caso que no haya cerca otro ejemplar, lo cual es muy común en jardines urbanos. Lo primero que debes tener presente es que no se puede injertar cualquier variedad entre sí, tienen que ser compatibles. La recomendación más extendida es que sean árboles de la misma familia, por ejemplo, una variedad de cerezo con otro árbol de cerezas. 

Existen diferentes tipos y técnicas de injerto y la elección de una sobre la otra depende de tu objetivo y la época en la que realices el injerto. Las técnicas que se conocen son: de hendidura doble o corona, de yema y de aproximación, la primera es la más popular en árboles frutales. 

Para realizar un injerto de hendidura doble, prepara dos ramas con un bisel por los dos lados. Realizar un corte limpio y recto en el árbol patrón y un corte longitudinal. Insertar las dos ramas cortadas de nuestro injerto en la hendidura hecha en el árbol patrón, una a cada lado. Estas deben ser atadas de forma que sus cortezas externas contacten con la corteza del árbol patrón. Luego quita la atadura en el momento que las yemas hayan empezado a brotar y tengan una longitud entre 5 y 10 centímetros. La técnica de hendidura doble es muy utilizada para cambiar la variedad de un árbol o rejuvenecerlo. La época en la que se suele practicar es durante el invierno. 

En caso de optar por la técnica de yema, se utiliza un trozo de corteza para ser incorporado bajo la corteza del árbol base. Al tratarse de un injerto de corteza se debe realizar en verde, en caso contrario la corteza no se despegará adecuadamente. Si el injerto se realiza en primavera, el mismo brotará en los días posteriores puesta está activo. Sin embargo, si realizamos el injerto de yema a finales de verano, la yema brotará a la primavera siguiente, porque será un injerto a yema dormida. 

Por último, la técnica de injerto por aproximación consiste en unir ejemplares de diámetros similares a los que previamente se le realizaron cortes longitudinales. Esta práctica se emplea comúnmente para propagar vegetales leñosos de uso comercial, ya sean frutales u ornamentales. Sobre todo en terrenos donde son desfavorables las condiciones de crecimiento.

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