Navidad, una buena oportunidad para recomponer vínculos

Un sacerdote y un pastor coinciden en que 2014 fue un año difícil para las relaciones. Instaron a creyentes y no creyentes a buscar en estas fiestas alegría, paz y esperanza.

Por Horacio Yacante



Como ocurre habitualmente, la llegada de los festejos de
Navidad sirve de excusa para acercarse a los seres queridos y familiares. Un
sacerdote y un pastor aseguran que ante la crisis que viven las familias
mendocinas y la falta de estabilidad en las relaciones, estas fiestas pueden
significar una oportunidad excelente para recomponer vínculos y acercarse a los
principios esenciales.



“Luces y sombras”, “peligros y oportunidades”, definen la
polaridad constante que marcó a este año, según el vocero del Arzobispado,
Marcelo De Benedectis, y el pastor de la Iglesia Bautista Alameda, Fabián Ruiz.
Ambos ministros religiosos coinciden en que la creciente crisis social motivó a
las personas a sacar lo mejor de sí, pero también motivó que se evidenciaran
otras carencias.



Ruiz comentó que durante 2014 “mucha gente se abocó al
voluntariado con la convicción de servir a quienes más lo necesitan”. “Este es
un buen indicador que dice mucho de lo que está pasando en el corazón de la
gente”, analiza el pastor bautista.



De acuerdo a De Benedectis, esta corriente de solidaridad
ciudadana ha sido motivada por “la fuerte presencia del Papa Francisco en la
escena mundial, a través de su accionar continuo, visitando Tierra Santa y
trabajando para colaborar en el restablecimiento de las relaciones entre
Estados Unidos y Cuba”.



Pero hay otro indicador social que preocupa a ambos y tiene
que ver con la pérdida progresiva de la gente para mantener relaciones
saludables. Para el pastor, se trata de “una plaga de desamor que afecta a las
familias, y no permite que la gente viva junta ni mantenga compromisos
duraderos”. “Por fortuna, nos hemos dado cuenta que solos no podemos y ahí está
la clave para redescubrir los vínculos perdidos”, rescata y ensaya en
respuesta. La corrupción, la pérdida de empleos y la extensión progresiva de la
venta de droga en las calles también preocupan al representante católico.

“Estas particularidades viven juntas en cada uno de nosotros
y nos llevan a buscar en el mensaje de Navidad la respuesta”, explica el pastor
bautista y agrega que “no se trata de la fiesta del petardo o del pan dulce,
sino que un día como este Dios nos visitó y nos trajo esperanza. Por eso es que
lo mejor que nos puede pasar es encontrarnos con Jesús”, completa.



En concordancia con el mensaje dado por el Papa, en que
solicitaba a los fieles católicos de todo el mundo a “dejar de lado la
mundanidad para ir detrás de los valores esenciales”, De Benedectis instó a los
fieles mendocinos a que en “esta semana aprovechemos la oportunidad de pedirle
al Niño Dios que nuestra vida se erija sobre las columnas fundamentales de la
alegría, la paz y la esperanza para los corazones”.