Les arruinaron el casamiento y ahora deben indemnizarlos
La Justicia mendocina condenó a una empresa de catering a
indemnizar a una pareja a la que le cambiaron el menú de su fiesta de
casamiento. Los novios habían contratado el servicio con cuatro meses de
anticipación y se encontraron con un lunch armado de último momento. Seis años
después, la empresa deberá pagarle a los esposos por haberles producido un daño
moral, devolviéndole el total de la suma pagada en su momento por el servicio
que no prestaron, más los intereses por actualización.
En noviembre se van a cumplir seis años de lo que fue una de
las experiencias más desagradables de una pareja de recién casados mendocinos.
Justo el día de la fiesta, a la que habían invitado a setenta personas entre
familiares y amigos, se encontraron con que la empresa a quien habían confiado
la cena y fiesta no estaba en condiciones de servir lo que les había prometido
y por lo cual habían pagado: una cena típica, con dos platos y postre. En
cambio, les ofrecieron un simple lunch; un menú bien distinto al que los novios
habían soñado: papas fritas, salchichas, pollo trozado, empanadas y sándwiches.
Del altar a
Tribunales
Con el casamiento encima, hubo una larga discusión entre los
empresarios y los novios, a la que se sumaron parientes y amigos de los novios.
En plena cuenta regresiva para dar el “sí”, finalmente los novios terminaron
accediendo y la fiesta se hizo. Sin embargo el trago amargo no quedó ahí y al
día siguiente, junto con la luna de miel, también comenzaron las acciones
legales correspondientes.
Después de un largo devenir administrativo, la causa terminó
en la Quinta Cámara de Apelaciones, que consideró como viable la demanda de los
novios que atravesaron por una “vivencia espiritual negativa” acompañada de
“bronca e impotencia”, razón por la cual deberán ser indemnizados con el total
de la suma del contrato y un plus en concepto de daño moral, lo cual compone la
suma de diez mil pesos más intereses acumulados desde 2008.
Si bien en ningún momento negaron lo ocurrido, los
empresarios apelaron la sentencia, argumentando que solo habían incumplido en
el menú, pero que el resto del evento respondió a las exigencias del contrato,
por lo que consideraron injusto tener que reintegrar el total. También habían
rechazado la figura de “daño moral”, presentando como prueba que en las fotos
de la fiesta “todos reían”.
No obstante, los jueces intervinientes entendieron que el
hecho de que los novios y sus invitados mostraran buen ánimo en las fotos, se
debió al apoyo que recibieron de los mismos, lo que no altera el impacto negativo
en un día en donde es tan importante que todo se realice tal cual como fue
planeado.
