Evelina, una 9 de selección

“Mamá, quiero jugar como la 9”, escuchó Evelina Cabrera decir a un niño de 5 años que miraba un partido del equipo que ella dirigía, y la técnica, la presidenta y fundadora de la Asociación Femenina de Fútbol Argentino (AFFAR) sintió, una vez más, que ese deporte no sólo cambió su vida, también está logrando el cambio cultural necesario para la igualdad de las mujeres.


“Mi vida la transito sin fijarme en lo malo, sino en lo bueno, desarrollando el potencial que todos tenemos”, dice sonriente, durante una charla de café con un periodista de la agencia Télam. “Me fui de mi casa a los 13 años. Viví en la calle hasta los 17. Pasé de todo, incluido, ser una mujer golpeada”, cuenta con naturalidad, porque “si no hubiera tenido la niñez y adolescencia de mierda que tuve, hoy no sería entrenadora, ni hubiera fundado la Asociación”.



”Fuimos las primeras"


La Asociación Femenina de Fútbol Argentino tiene casi 800 asociadas. Dicta talleres sobre prevención de adicciones o violencia de género y clínicas deportivas:”Fuimos las primeras en hacer esta actividad en el país para las jugadoras”.



Organizar a las mujeres del fútbol fue una idea que ella impulsó “a pesar de los miedos y el tabú de ‘enfrentarse’ a la Asociación del Fútbol Argentino (AFA). En realidad, nosotras nos dimos ese desafío, porque la experiencia nos demostró que teníamos que tener nuestra propia institución”.



“Casi todos los equipos femeninos tienen entrenadores varones"


En su andar por clubes de fútbol, antes y ahora, Evelina comprobó que “casi todos los equipos femeninos tienen entrenadores varones. Es más, que esos técnicos son, por ejemplo, integrantes de la barra que piden ‘algo’ a la comisión directiva, y les dan a las pibas para que las entrenen”, sintetiza contundente.



Esta mujer de 29 años, que se recibió de técnica de fútbol gracias a una beca que le otorgó una fundación de una empresa de telefonía celular, sabe que en las aulas de la Asociación de Técnicos del Fútbol Argentino (AFTA)”hay un promedio de una mujer cada 30 varones”.



"Me deprimí. Lloré. Hice el duelo y seguí”


Evelina descubrió el fútbol a las 21 años, cuando ya había comenzado su reconstrucción personal y la calle ya no era una opción para vivir. Fue jugadora hasta que le descubrieron un tumor, que resultó benigno, pero que la imposibilitó para seguir en las canchas. “Me deprimí. Lloré. Hice el duelo y seguí”, y en ese transitar optó por armar sus propios equipos.