Adiós al mirage: los aviones de Malvinas pasan a un museo

Se trata de los últimos aviones “supersónicos” que tenía la Fuerza Aérea. Quedarán en el museo Aeronáutico de Morón. Su historia.


Los aviones mirage de la Fuerza Aérea Argentina (FAA) que fueron desprogramados de servicio a fines de noviembre pasado después de 43 años de servicio -en los que completaron más de 131.000 horas de vuelo- realizarán hoy su último vuelo hacia el museo aeronáutico de Morón.


Los mirages, protagonistas de muchas misiones contra la fuerza de tareas británica durante la Guerra de Malvinas, arribarán cerca de las 17 al Museo Nacional de Aeronáutica ubicado en la Base Aérea Militar Morón provenientes de la sexta brigada aérea de la localidad bonaerense de Tandil.


Los dos ejemplares que se incorporarán a la colección del museo aeronáutico serán los matriculados I-002 e I-011; el primero es un biplaza utilizado para el entrenamiento de varias generaciones de pilotos de combate, mientras que el segundo arribó a nuestro país el 17 de Julio de 1973 a bordo de un Hércules C-130 y efectuó su primer vuelo en noviembre de ese año.
El recibimiento será encabezado por el Jefe de Estado Mayor General de la Fuerza Aérea, Brigadier General (VGM) Mario Miguel Callejo; el Secretario General de la FAA, Brigadier Alfredo Horacio Amaral; autoridades nacionales, civiles y militares.


Los aviones habían sido retirados a fines de noviembre en un acto en Tandil ante más de 200 mil personas, donde tuvieron su último vuelo simbólico. Sin embargo el paso a “retiro” será hoy, donde volarán para quedar en el museo.


Solo 4 aviones habían quedado operativos, luego de que fueran cerca de 50 Mirage los que contaba la Fuerza Aérea.
Ahora no quedan aviones “supersónicos” en la flota de defensa del País.


En la guerra de Malvinas, fueron derribados 11 aviones. Los Mirage podían volar hasta los 20 mil metros de altura a una velocidad de 2.400 kilómetros por hora.
Luego de que se supiera de la salida de funcionamiento de los aviones, varias provincias pidieron tener uno para exponerlo.