Horóscopo: cómo son las personas nacidas bajo los signos de aire

Géminis, Libra y Acuario son los signos que se unen con el elemento de aire, que los hace ser maduros ante los problemas y emocionalmente maduros, entre las características principales.

Los signos del zodiaco se dividen en cuatro grupos: fuego, tierra, agua y aire. Se trata de elementos que hace que estos compartan ciertos rasgos de su personalidad y con qué herramientas enfrentarán a la vida.

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Según los expertos en astrología, los tres signos de aire que son, Géminis, Libra y Acuario, se caracterizan por ser muy mentales e intelectuales. Son perfectos maestros que buscan comprenderlo todo.

Su respuesta a la resolución de conflictos es principalmente intelectual y les gusta mucho la lógica, por eso son emocionalmente maduros. También son muy activos y sociables y tienen grandes habilidades de comunicación. Pero si algo sobre sale en los signos de aire, es que tienen una personalidad sensible y seductora, con énfasis a la inteligencia.

Géminis

Este signo del zodíaco se considera el más adaptable de los signos de Aire. Aborda un enfoque mental de la vida. Comparte ideas hábilmente, la energía de Géminis promueve el despertar de la intelectualidad. Se posiciona con su energía curiosa, ligera y dual.

Libra

En el caso del signo del zodíaco de Libra, es un sigo de aire cardinal. Es el más orientado hacia la acción de los signos de aire y es excelente comparando, sopesando y valorando ideas y principios. Un posible problema para este signo es la indecisión generada por la inseguridad. Esto le puede llegar a dificultar la agilidad y la materialización de sus planes.

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Acuario

Finalmente, el tercer signo del zodíaco regido bajo el elemento del aire es Acuario. Es el más firme y obstinado de los tres signos del aire. Es especialista en comprender intuitivamente la universalidad de las ideas y principios. Es el signo de las respuestas y la innovación, relacionado al inconformismo y dirigido a la revolución social. Sin embargo, tiene cierta predisposición a la insatisfacción, volviéndose a veces inestable e impredecible. 

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