Explosión de rock en Mendoza: una noche histórica en el Hipódromo

Más de 35 mil personas vivieron una segunda jornada de la Fiesta de la Cerbeza cargada de emoción, reencuentros y shows inolvidables, con Piti Fernández, La Franela y el esperado cierre de Ciro y Los Persas.

El Hipódromo de Mendoza volvió a convertirse este lunes en un escenario emblemático para los amantes del rock. Desde temprano, miles de fanáticos coparon el predio para disfrutar de la segunda jornada de la Fiesta de la Cerveza de Godoy Cruz, que abrió con la energía de las bandas locales seleccionadas a través del concurso Marciano Cantero, reafirmando la potencia del talento emergente mendocino.

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La velada tomó forma con el show íntimo y emocional de Juan Germán "Piti" Fernández, quien fue recibido por un público que superó las 35.000 personas. El músico inició su presentación con Esperándome, un adelanto del viaje sonoro que incluiría country, candombe, jazz y rock. Con un repertorio que recorrió temas como Flores blancas, Pelotazo y cicatriz, Hurto de baúl y Cuál es tu norte, Piti construyó un clima cálido que encendió el comienzo de la noche.

Luego fue el turno de La Franela, que hizo vibrar al Hipódromo con su mezcla de rock, pop, reggae y ska. Clásicos como La muchacha, Hacer un puente, Pasarás, Lo que me mata y Fue tan bueno desataron un coro colectivo que inundó el predio. El momento más emotivo llegó cuando Alejandro Martínez, el hijo de Ciro, subió al escenario con solo 15 años para tocar la melódica, arrancando una ovación generalizada.

La magia se intensificó cuando ocurrió uno de los encuentros más esperados por el público: Piti Fernández volvió al escenario para cantar junto a Ciro. Juntos interpretaron Pacífico, de Los Piojos, y el público estalló ante un reencuentro que muchos consideraban un sueño pendiente.

El cierre quedó en manos de Ciro y Los Persas, quienes desplegaron una lista de clásicos que incluyó Astros, Antes y Después, Me gusta, Luz y Pistola. Uno de los momentos más celebrados se dio durante Mírenla, cuando Ciro descendió del escenario para saludar a sus seguidores, generando una ovación que pareció interminable.

Aunque Ciudad Animal fue anunciado como el último tema, los fanáticos no permitieron que la noche terminara allí. Dos falsos cierres, aplausos continuos y el carisma del artista extendieron la jornada hasta que finalmente llegó El Farolito. Pero el broche final fue aún más especial: Ciro interpretó el himno nacional con su armónica, regalando un cierre inolvidable que quedará grabado en la memoria de todos los presentes.

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