Person of Interest: acción y nada más

Un remanente de los 90 que todavía se puede encontrar en algunas producciones de cine o televisión, es la absurda idea de que las computadoras son aparatos tan poderosos que se pueden utilizar para absolutamente todo.


Una computadora de escritorio puede conseguir desde agrandar una imagen tomada con un celular hasta reconocer a una persona que es un punto, hasta producir un apagón en Nueva York, o desviar la trayectoria de un satélite.


Algunas producciones, como la reciente Mr. Robot, intentan alejarse de este estereotipo, que viene aparejado con la creencia de que los hackers son seres interesantísimos salidos de las páginas de novelas cyber-punk. De todas maneras, una serie demuestra que, llevada hasta el absurdo, la idea de una computadora todopoderosa pasa de ser descorazonadora a ser entretenida.


Person of Interest (Vigilados, en español) partió de esa premisa y pasó a transformarse en la serie de acción sin superhéroes más interesante de los últimos años. Jim Caviezel, quien hiciera de Jesucristo en La Pasión de Cristo, encarna a John Resse, un ex agente de la CIA que se desencantó con su trabajo, y por algo que en un comienzo parece ser el destino, termina trabajando con Harold Finch, un genio de las computadoras encarnado por Michael Emerson, que se hizo conocido por ser Linus en Lost.


En los capítulos se encuentran todos los condimentos de una buena producción de acción, pero se le agrega un toque de paranoia post 9/11: una computadora, conocida como “la máquina” creada para prevenir actos terroristas observa todos los movimientos de los ciudadanos y es capaz de predecir, en base a los datos que consigue, quién puede verse involucrado en actos violentos. Si bien al gobierno, que controla esta máquina, sólo le importa prevenir grandes desastres, a su creador también le interesa salvar a personas comunes. Así se forma el equipo entre el “cerebro” y el “músculo”, que a lo largo de 5 temporadas ya ayudó a cientos de personas.


En los 92 capítulos que ya se estrenaron se pudo ver toda la gama de villanos y héroes posibles: policías corruptos, espías soviéticos, mafiosos, hackers chinos, etc, etc, etc. El fuerte de Person of Interest no es la originalidad, y sí la química entre sus personajes y su historia, simple pero atrapante.


Ahora, en lo que será la quinta y última entrega, “la máquina” se debe enfrentar a otra superinteligencia creada con su mismo propósito, pero controlada por siniestros personajes que no dudan en abusar de su poder.