Se realizaron diferentes actos a 10 años de la tragedia de Cromañón
Se realizaron ayer diversos actos por los diez años de la tragedia de Cromañón, boliche que se incendió la noche del 30 de diciembre de 2004, cuando tocaba el grupo Callejeros, dejando como saldo 194 muertos.
Los sobrevivientes y los familiares de las víctimas se juntaron con la premisa de no olvidar lo sucedido.
Una de las primeras presentaciones fue la del coro Kennedy, que hizo su versión de “Honrar la vida”, la composición de Eladia Blázquez.
Antes de esta agrupación, un chico que sobrevivió a esa fatídica noche deleitó a los presentes con su bandoneón.
La mayoría de la gente que se acercó a la Plaza de Mayo mostró los mensajes alusivos que aparecen en sus remeras. La leyenda “Cromañón nos pasó a todos” se entremezcló con los que llevan en su pecho “Los pibes de Cromañón” y “Cromañón 10 años”. También flamearon las banderas atadas a las rejas que protegen a la Pirámide de Mayo.
Sobre la calle Rivadavia, donde también pudo observarse una muestra fotográfica, los manifestantes dejaron su marca. Allí, mientras un grupo de chicos estampaba remeras, otros pintaban sobre las baldosas de la plaza zapatillas (el símbolo de la tragedia) y las marcas de las manos, siempre acompañadas por el “194”, el número maldito que dejó aquella noche que marcó una bisagra en la historia argentina.
También se realizó una misa en recuerdo de las víctimas.
Además los organizadores leyeron un documento y luego marcharon hasta Plaza Once. Allí, hubo proyecciones de audiovisuales, lectura de los nombres de los fallecidos, zapatillas en el aire, suelta de globos y se destapó un mural con las fotos de las víctimas.
“Nos trataron como criminales cuando no cometimos ningún delito. El ponernos como victimarios fue tendencioso. Y la política influyó mucho, si no, no se hubiese tratado a la banda de esa forma”, dijo a C5N Patricio Fontanet, ex líder de la banda Callejeros.
Los sobrevivientes y los familiares de las víctimas se juntaron con la premisa de no olvidar lo sucedido.
Una de las primeras presentaciones fue la del coro Kennedy, que hizo su versión de “Honrar la vida”, la composición de Eladia Blázquez.
Antes de esta agrupación, un chico que sobrevivió a esa fatídica noche deleitó a los presentes con su bandoneón.
La mayoría de la gente que se acercó a la Plaza de Mayo mostró los mensajes alusivos que aparecen en sus remeras. La leyenda “Cromañón nos pasó a todos” se entremezcló con los que llevan en su pecho “Los pibes de Cromañón” y “Cromañón 10 años”. También flamearon las banderas atadas a las rejas que protegen a la Pirámide de Mayo.
Sobre la calle Rivadavia, donde también pudo observarse una muestra fotográfica, los manifestantes dejaron su marca. Allí, mientras un grupo de chicos estampaba remeras, otros pintaban sobre las baldosas de la plaza zapatillas (el símbolo de la tragedia) y las marcas de las manos, siempre acompañadas por el “194”, el número maldito que dejó aquella noche que marcó una bisagra en la historia argentina.
También se realizó una misa en recuerdo de las víctimas.
Además los organizadores leyeron un documento y luego marcharon hasta Plaza Once. Allí, hubo proyecciones de audiovisuales, lectura de los nombres de los fallecidos, zapatillas en el aire, suelta de globos y se destapó un mural con las fotos de las víctimas.
“Nos trataron como criminales cuando no cometimos ningún delito. El ponernos como victimarios fue tendencioso. Y la política influyó mucho, si no, no se hubiese tratado a la banda de esa forma”, dijo a C5N Patricio Fontanet, ex líder de la banda Callejeros.
Lo más visto
