Rocío, de La Paz: la reina que quiere más educación

Con 20 años, la bella morocha ya es técnica en Administración Pública y es la esperanza de los paceños en la Fiesta Nacional de la Vendimia.


Aunque se levantó a las 4 de la mañana para peinarse, arreglarse y llegar a horario a la Ciudad de Mendoza, Rocío no deja que el cansancio la agobie. Sabe que faltan muchos días de actividades y asegura que “ya se va a acostumbrar”.


La joven fue elegida en la fiesta “Legado de la paz y de mi tierra” y reconoce que sería una gran alegría devolverle la corona nacional al departamento luego de 20 años.


Hija menor de una familia numerosa, la alta morocha, de ojos oscuros comenta que pasa sus días en compañía de familiares, amigos, su gato Mishi y sus quince sobrinos. Está convencida que con educación se pueden solucionar los grandes flagelos de la sociedad y quiere trabajar para que haya más unidad en la Provincia.



¿Por qué decidiste estudiar Administración?


Tuve la suerte de que pusieron Administración en Santa Rosa y empecé a estudiar. Fue cansador viajar todos los días. Ahora trabajamos con mis compañeros en un proyecto para llevar carreras universitarias a La Paz. Como reina quiero trabajar para eso.


¿Un lugar en el mundo?


Argentina, no he tenido la posibilidad de conocer muchos lugares, ahora con el reinado espero poder conocer un poquito más.


¿Qué hacés en tus ratos libres?


Bailo folclore, he bailado en vendimias. Esta vez tuve que elegir. Me gusta mucho bailar en vendimia y fue una decisión difícil. Hace unos años tuve la posibilidad de bailar en el carro de La Paz, ese año ganamos como mejor carro.


¿Por qué decidiste ser reina?


Me lo propusieron y dije que no. Pensé que se me iba a complicar con los finales y yo quería bailar. Pero lo consulté en mi casa y decidí presentarme. Me apoyo mucho mi familia.


¿Un vino?


Malbec.



¿Qué tema creés que hay que solucionar de manera urgente en la sociedad?


La inseguridad. Pero creo que todo va de la mano. Hay que empezar por las drogas, los jóvenes se pierden y hacen cualquier cosa. Hay que insistir, acompañar, visitar a quienes lo necesiten. En La Paz voy a una iglesia, ahí hacemos actividades y visitamos a los chicos que tienen problemas. En La Paz, somos pocos y nos conocemos todos, me gustaría que eso se extendiera a Mendoza, y que La Paz no pierda esa tranquilidad.


Tres cosas que le criticás a los mendocinos.


Son maleducados, no valoramos la provincia que tenemos, y hay muchos que son sucios.


Un mensaje para los mendocinos.


Cuidemos la provincia, seamos más unidos. Si todos nos ponemos en ese rol lograríamos que haya menos inseguridad y diferencias entre los mendocinos.