Reducirán la sal en cuatro grandes grupos de alimentos

Los productos cárnicos y sus derivados, los farináceos, los lácteos, las sopas, los aderezos y las conservas que se produzcan en la Argentina contendrán entre un 5 y un 18% menos de sal en forma progresiva para reducir el consumo de sodio, uno de los principales factores de riesgo de las enfermedades cardiovasculares.

La iniciativa será suscripta hoy por los Ministerios de Salud y de Agricultura, Ganadería y Pesca de la Nación con la Coordinadora de las Industrias de Productos Alimenticios (COPAL).
La sal es uno de los principales factores de riesgo de la enfermedad cardiovascular, una dolencia que representa el 48 por ciento de las Enfermedades Crónicas No Transmisibles, que anualmente causan la muerte de 36 millones de personas en el mundo.
Según proyecciones de la cartera sanitaria nacional, la reducción de 3 gramos de sal en la dieta salvaría unas 6.000 vidas anuales y evitaría próximamente 60.000 eventos cardiovasculares y ataques cerebrovasculares (ACV) cada año.
En Argentina se estima que el consumo diario de sal por persona es de 12 gramos, por lo que el objetivo de este acuerdo sin precedentes en la región tiene por objetivo promover la reducción de este producto a partir de un trabajo conjunto entre el Estado y la Industria Alimentaria para alcanzar, en 2020, la meta de los 5 gramos, según la recomendación de la Organización Mundial de la Salud (OMS).
En Argentina, la II Encuesta Nacional de Factores de Riesgo que realizó la cartera sanitaria en 2009, arrojó que la población tiene hábitos poco saludables. El escaso consumo de frutas y verduras -sólo el 4,8% ingiere cinco porciones diarias-, la costumbre del 25,4% de la población de agregar siempre sal a las comidas, sumado a la inactividad física -que pasó de un 46,2% en 2005 a un 54,9% en 2009-, demuestran la presencia de factores de riesgo que inciden directamente sobre el crecimiento de las enfermedades crónicas no transmisibles.
El acuerdo que se firmará hoy establece que el sector industrial de alimentos reducirá de manera voluntaria y progresiva el contenido de sodio en cuatro grupos de alimentos.
Estos productos son los cárnicos y sus derivados -entre los que se encuentran chacinados cocidos y secos, y embutidos y no embutidos-; los farináceos como galletitas, panificados y snacks; los lácteos, incluyendo una gran variedad de tipos de quesos; y las sopas, aderezos y conservas.