Racing jugó mal, empató con el Pincha y se despidió del título

Racing Club se despidió del título del Torneo Apertura al empatar 0 a 0 con Estudiantes de La Plata en el estadio de Quilmes, pese a haber contado con un jugador más durante una hora por la expulsión de Rodrigo Braña.

El equipo conducido por Diego Simeone quedó a diez puntos del líder Boca.
La Academia, que casi gana sin merecerlo sobre el final, en dos jugadas que tuvieron como protagonista al colombiano Teófilo Gutiérrez, tiene ahora 21 puntos y comparte el tercer lugar.
El partido se jugó en el estadio Centenario de Quilmes y el árbitro Patricio Loustau expulsó al volante local Rodrigo Braña, a los 31 minutos de la primera etapa.
Estudiantes, el gran fracaso futbolístico del torneo, sigue último con 10 unidades, aunque ayer mereció mejor suerte ante un rival muy tibio en ataque, lo que motivó el fastidio de su parcialidad que acusó de cobarde al técnico Diego Simeone.
Racing sumó su quinto empate consecutivo y otra vez dejó la sensación de ser un equipo que está para más y carece de convicción para plasmarlo en la cancha.
En un partido mal jugado por ambos, fue superado por Estudiantes en todo el desarrollo y nunca se notó que el equipo platense perdió en la primera etapa a un baluarte como Braña. De cualquier forma, el once de Miguel Ángel Russo no tuvo mucha profundidad, se diluyó al acercarse al área de Sebastián Saja y no inquietó demasiado, a excepción de un tiro libre de Facundo Coria, que primero despejó el arquero y luego dio en el travesaño, en la primera etapa.
Mauro Boselli continúa sin encontrar el arco y Gastón Fernández, el mejor delantero de la cancha, fue inexplicablemente reemplazado por Russo, lo que generó la irritación de los hinchas locales.
En Estudiantes reapareció su capitán y jugador símbolo, Juan Sebastián Verón, que se mostró bien físicamente y soportó el ritmo intenso los 90 minutos.
La “Brujita” está jugando sus últimos partidos porque admitió que se retirará al final de temporada.
La Academia, en tanto, se quedó con la sensación de que el título está demasiado lejos.