Por ahora no hay acuerdo sobre la elección del nuevo Papa

El cónclave que elegirá al sucesor del renunciante Papa Benedicto XVI comenzó ayer en el Vaticano sin un favorito excluyente y con divisiones entre los purpurados que decidirán con su voto quién será el nuevo líder de la Iglesia católica.


Cardenales de todo el mundo se encerraron en la Capilla Sixtina del Vaticano para elegir al sucesor de Benedicto XVI, pero ninguno logró los votos necesarios para ser ungido Papa en la primera jornada de votaciones, que culminó con una “fumata negra”.
“Extra Omnes” (todos fuera), ordenó el cardenal Guido Marini, maestro de ceremonias, antes de que a las 17.35 (13.35 de Argentina) se cerraran bajo llave las puertas de la Capilla Sixtina tras la salida de todas las personas ajenas a la votación, dando inicio oficial al cónclave que elegirá al nuevo pontífice.
Miles de fieles congregados bajo la lluvia en la plaza San Pedro para seguir el evento estallaron en exclamaciones que mezclaban la sorpresa y la emoción cuando un denso humo negro fue visto salir de las chimeneas de la celebérrima Sixtina, señal inequívoca de que aún no hay Papa y que deberán seguir las votaciones.
La fumata negra coronó el primer día de cónclave, que comenzó unas dos horas antes sin un favorito excluyente y con divisiones entre los purpurados sobre quién debería tomar las riendas del Vaticano tras la sorpresiva renuncia de Benedicto XVI, que profundizó los problemas que atraviesa la Iglesia.
El cónclave arrancó marcado por el escándalo de robo y publicación de documentos papales, que reveló pugnas y desmanejos en la curia y puso de relieve la necesidad de un Papa capaz de solucionar los problemas internos pero también de inspirar a los católicos en épocas de fe y vocaciones sacerdotales decrecientes.
Según la tradición por la que se rige el minucioso rito de elección papal, los cardenales, encerrados sin contacto alguno con el mundo exterior, volvieron a sus aposentos para pasar la noche y hoy reanudarán las votaciones, que se sucederán hasta que una “fumata blanca” anuncie al papa 266 desde el apóstol San Pedro.
No se sabe cuánto tiempo pasará hasta que esto ocurra, pero el vocero del Vaticano, Federico Lombardi, se mostró convencido de que no serán más de “dos, tres o cuatro días”, al estilo de los últimos cónclaves. En la elección de Benedicto, en 2005, fueron necesarias sólo cuatro votaciones.
Más temprano, los 115 cardenales que participarán de la elección ingresaron a la capilla vaticana, entonando el canto gregoriano de la Letanía de los Santos, que pide la intercesión de los santos para que los iluminen en el momento de votar al Pontífice.