Piden que los empleados de comercio sean vacunados contra el coronavirus

El secretario General del CEC, Fernando Ligorria, y el diputado José María Videla Sáenz impulsan una iniciativa para que la actividad comercial sea considerada esencial.

A través de un proyecto de ley, el diputado José María Videla Sáenz le solicitará al Poder Ejecutivo de Mendoza que los empleados de comercio sean vacunados contra el coronavirus, a partir de ser considerados trabajadores esenciales.

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"Desde el inicio de la cuarentena y durante toda en la pandemia, los trabajadores de comercio fueron prioritarios para que la economía de Mendoza siga abierta y funcionando, asumiendo un riesgo enorme. Hay que tener en cuenta que este riesgo continúa y se potencia ante una probable segunda ola de COVID-19", consideró Videla Sáenz.

La propuesta surge del trabajo con el Secretario General del Centro de Empleados de Comercio, Fernando Ligorria, y de la consideración de que se trata de un tema que es central para la economía provincial.

"Es hora de que a los empleados de comercio se nos comience a considerar dentro de los trabajadores esenciales, como lo dice el DNU 297/20, y se nos dé prioridad en la vacunación, ya que desde el inicio de la pandemia estuvimos trabajando como actividad esencial para abastecer a la sociedad, poniendo la mano de obra a disposición y exponiendo no sólo nuestra salud sino también la de nuestra familia. En caso de volver a fases más estrictas nuevamente, seguiremos comprometidos con la actividad. Es por ello que necesitamos que se nos incluya en el plan de vacunación contra el coronavirus", señaló Ligorria.

El proyecto sostiene que en procura de no cerrar nuevamente la actividad económica provincial, se hace necesario incluir dentro de la lista de prioridades para recibir las vacunas anti-COVID a todos aquellos trabajadores que desde el comercio prestan los servicios necesarios para mantener una economía abierta y dinámica, evitando así pérdidas de trabajo, causadas por el cierre de comercios y sucursales bancarias en un marco de contracción del mercado debido a un desacierto de alguna medida sanitaria.

"Ya no se puede poner a lo desconocido e imprevisto como excusa. Tampoco la escasez de dosis de vacunas puede serlo. Hay que repensar el tema en su totalidad y con la mente muy fría", fundamenta el proyecto y asegura que esto no debe significar una selección arbitraria en el orden de vacunación, sino que debe pensarse en virtud de la interrelación lógica que se produce en ciertas actividades cotidianas.

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