Pida su confesión: sacerdotes "atienden" al mejor estilo auto-delivery

Miembros de la iglesia se adaptaron a los tiempos de aislamiento y se las arreglaron para otorgar el sacramento respetando la distancia social: atendiendo a las personas desde la ventana de sus autos.

Como parte de las reglamentaciones para el confinamiento, tanto actividades comerciales como algunos tipos de reuniones entre personas han sido prohibidas, en pos de cuidar la salud de las personas.

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Entre esas actividades, los encuentros religiosos tuvieron que parar. Pero ahora, en Europa, encontraron una solución bastante particular. Muchos sacerdotes ajustaron su trabajo y ahora ofrecen un método para otorgar el perdón a las confesiones de sus feligreses sin salir del auto.

Dos cursas de la parroquia de San Juan Pablo II en Limoges, Francia, diseñaron un "autodelivery" episcopal: "Es extraño, de hecho, nos acercamos a un sacramento antiguo como una confesión sin salir del auto, como se hace en McDonald's", dice el Padre Vincent Poitau, quien junto con el sacerdote David de Lestapis organizó estos encuentros.

Tomando las precauciones adecuadas, los sacerdotes tomaron esta idea muy entusiasmados por volver a ver sus fieles. Rápidamente este método se adoptó en varias partes del mundo, incluso Estados Unidos. Así, estos cursas tomaron la idea y se volvieron virales.

"Entró en funcionamiento el sábado 25 de abril, luego recibimos los fieles todavía el sábado 2 de mayo, y planeamos hacerlo por última vez el próximo sábado. Luego, si todo va bien, a partir del 11 de mayo en Francia saldremos gradualmente de la cuarentena y podremos regresar al confesionario tradicional", afirma uno de los curas.

El Padre Poitau reflexiona y festeja la actitud que ha tenido la mayoría de la población, en tiempos de aislamiento y encuentro con uno mismo, lejos del resto: "Creo que muchos han tratado de aprovechar la cuarentena para enfocarse en lo esencial, en las cosas más importantes. Los que confiesan lo hacen para deshacerse de sus pecados, para sentirse limpios, pero también porque es la mejor manera de conectarse con el Señor, reconociendo que no podemos salir de la infelicidad terrenal por nuestra cuenta".

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Y concluye: "Valió la pena colocar nuestra carpa blanca frente a la iglesia, y estar cerca de los fieles también y especialmente en este momento difícil".

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