Lo dejaron muy solo: rodeado de pocos dirigentes, Alberto Fernández celebró los tres años en el Gobierno

Este miércoles, el presidente Alberto Fernández se puso al frente de un acto para celebrar los tres años como máxima autoridad del país.

Sin embargo, y pese a la magnitud del acto ideado por Gabriela Cerruti, pudo apreciarse el quiebre interno del Frente de Todos, ya que no estuvieron ni la vicepresidenta Cristina Fernández de Kirchner, ni el ministro de Economía Sergio Massa. Inclusive, solamente un gobernador dijo presente.

El mandatario habló en un escenario que fue montado en el Parque Colón, aledaño a la Casa Rosada, ante un auditorio que no estuvo completo a pesar de que Cerruti llamó a los ministerios para que el acto fuera más numeroso.

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Las ausencias fueron lo más llamativo de la jornada porque evidencian el momento del oficialismo y del presidente Alberto Fernández. Al descontado faltazo de Cristina y Máximo Kirchner se sumaron las ausencias de Sergio Massa y Wado de Pedro.

Otro dato del presente de Alberto Fernández es que casi no hubo gobernadores peronistas en el conclave. El único de los 16 mandatarios aliados al oficialismo que estuvo fue el tucumano Osvaldo Jaldo, que estuvo muy cerca de Juan Manzur.

Tras hablar de los "logros" de su gestión, entre los que hizo mención al acuerdo con el FMI y la virtualidad en las escuelas durante la pandemia, se refirió a las diferencias en el Frente de Todos y dijo que se pondrá al frente del rearmado, tras la renuncia de Cristina Fernández de Kirchner.

"Yo les garantizo a todos que me voy a poner al frente de todos nosotros sin exclusión para que en diciembre de 2023 el Presidente o Presidenta que asuma sea uno de nosotros", afirmó y siguió: "No voy a permitir que, otra vez, los que han entregado el país y lo han puesto de rodillas, vuelvan a hacerse cargo de una Argentina que sólo le sirve a pocos", agregó.

"Voy a ponerme al frente para ordenar nuestra fuerza política", gritó Alberto Fernández.

Y continuó: "Que a todos incluya, que a nadie excluya, donde todos tengamos lugar, todos somos necesarios", continuó. "Vamos a ganar", se entusiasmó el mandatario.

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También destacó, aunque sin nombrarla, a la situación judicial de Cristina Fernández de Kirchner y prometió "ser el más solidario con la compañera injustamente perseguida".

"Voy a ponerme al frente del reclamo de libertad de los que están siendo injustamente perseguidos", añadió.

Además, habló de la posibilidad de que exista un diálogo con Juntos por el Cambio. "Podrán tildarme de timorato, cobarde, débil, que no grito. Yo que soy hijo de la democracia sé que los gritos sirven de poco, el diálogo ayuda mucho más. Yo dialogo donde corresponde. Me encantaría dialogar en el Congreso con la oposición, si es que la oposición alguna vez pensara más en la Argentina que en sus posibilidades electorales".