La estremecedora declaración de la médica que atendió a Fernando Báez Sosa

La doctora de emergencia manifestó que tenía "las pupilas vidriáticas, no había reflejos, así como tampoco movimientos ventilatorios, ni pulso".

Carolina Giribaldi Larrosa, la médica generalista que acudió al lugar del ataque para atender a Fernando Báez Sosa, afirmó que el joven ya estaba muerto cuando llegó.

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En un testimonio concluyente e importante para la causa, Larrosa relató su arribo a la escena, cómo vio a la víctima y las actuaciones siguientes en el Hospital General de Villa Gesell. "Cuando llegué a la escena vi como un policía o bombero, no recuerdo, y una chica le estaban haciendo RCP a Fernando", comenzó.

Luego señaló que cuando vio a Fernando tenía "algunas manchas de sangre en la cara, presentaba lesiones, hematomas en el rostro y cuello, además de una marca atípica en la mejilla izquierda, como si tuviera un sello en zig zag".

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Cuando pudo acercarse se le colocó a la víctima los parches del desfibrilador DEA, un dispositivo electrónico portátil, pero a pesar de los intentos de reanimación la leyenda decía "asistolia", es decir, que no presentaba pulso.

Mientras las reanimaciones ocurrían, Carolina manifestó que Fernando tenía "las pupilas vidriáticas, no había reflejos, así como tampoco movimientos ventilatorios, ni pulso". Con resultados negativos fue colocado en una camilla rígida y trasladado hasta el Hospital de Villa Gesell, donde el shock room ya estaba preparado para asistirlo: "A las 5.09 se constató que no tenía signos vitales".

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