Entrevista picante: Feinmann y el Gordo del Mortero se tiraron "con de todo"

El periodista entrevistó al precandidato a senador por el Frente de Izquierda en Santa Fe.

Sebastián Romero es un militante de izquierda que se hizo conocido en todo el país como El Gordo del Mortero después de los incidentes que se registraron durante el gobierno de Mauricio Macri cuando se votó la reforma previsional.

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En las últimas horas, se conoció que a pesar de estar preso y cumpliendo una condena por los hechos ocurridos en 2017, Sebastián figura como precandidato como senador nacional por Santa Fe en la lista Partido Socialista de los Trabajadores Unificado (PSTU) que participará en la interna del Frente de Izquierda y de los Trabajadores (FIT).

"Hoy soy el único candidato preso político que hay en Argentina, pero no soy el único preso político, teniendo en cuenta que tenemos a Milagro Sala y Luis D'Elia", sostuvo Romero en una reunión virtual con integrantes del PSTU.

Debido a esta noticia, Romero fue entrevistado por Eduardo Feinmann en LN+. "¿Le siguen diciendo 'el Gordo del Mortero'?", preguntó el conductor. "Sí, es un apodo que me pusieron los medios y lo estamos usando al servicio de la lucha", dijo Romero.

El periodista le consultó por los eventos vividos en 2017 y quiso saber si se arrepentía por "haber sido uno de los tantos que tiró 14 toneladas de piedras hacia el Congreso". "Estoy lejos de arrepentirme. Esa jornada los medios difundieron mi imagen para tapar una cosa que fue real: todo un pueblo movilizado contra esa reforma y repudiándola", indicó Romero.

Cuando en un momento Feinmann le dijo que quiso "voltear a uno de los poderes del Estado", Romero señaló que participó de una "marcha masiva del pueblo trabajador donde repudiamos una reforma que mató de hambre a jubilados y niños".

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Sin embargo, el momento más álgido de la entrevista llegó cuando Romero recordó estar cumpliendo prisión domiciliaria sin fecha de juicio y se autoproclamó como un "candidato preso político".

"Usted no es candidato preso político, cometió un delito. Es el código penal el que lo persiguió, no la política. No es por pensar distinto, Romero. Le tiraron el Código Penal por la cabeza", arremetió Feinmann.

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