Dirigentes Libertarios complicados por el ingreso de valijas al país desde Miami: nuevas imágenes
La Justicia federal investiga un posible caso de contrabando vinculado a un vuelo privado que aterrizó el 26 de febrero en el Aeroparque Jorge Newbery, proveniente en Miami. Se trata del jet N18RU, propiedad de Leonardo Scatturice, empresario cercano a Santiago Caputo, asesor presidencial y reciente comprador de la aerolínea Flybondi.
Contra quiénes apuntó Jony Viale en su filoso descargo tras la entrevista a Javier Milei
Según la denuncia, la aeronave llegó al país con 10 valijas, de las cuales solo cinco fueron declaradas oficialmente. Las imágenes de las cámaras del aeropuerto muestran cómo los pasajeros y el equipaje fueron escoltados por personal de Aduana, eludiendo los controles habituales.
El vuelo procedía de Fort Lauderdale, pero en realidad partió de Opa-locka, también en el estado de Florida. A bordo viajaban Laura Belén Arrieta, gerente de operaciones de OCP TECH, y los tripulantes José Luis Donato Bresciano y Juan Pablo Pinto. Al aterrizar, ninguno de ellos ni su equipaje pasó por el escáner ni por los procedimientos de seguridad estándar.
Fotos publicadas por TN.
La investigación judicial, que abarca más de 60 páginas, incluye capturas que prueban la existencia de 10 valijas, contradiciendo lo declarado por Royal Class y las autoridades.
Se entregó el hijo de un diputado libertario que participó de una brutal golpiza a un joven de 17 años
Durante los nueve días que el avión permaneció en el hangar del aeropuerto, no hubo seguimiento ni monitoreo continuo, y se identificaron zonas oscuras en los registros de las cámaras de seguridad, lo que impide reconstruir por completo los movimientos del equipaje. Además, la ANAC no registró adecuadamente la ruta del vuelo: en lugar de regresar a EE.UU., como indicaba la documentación oficial, la aeronave voló a París con una escala en Tenerife.
El vocero presidencial Manuel Adorni aseguró públicamente que "se cumplieron todos los controles", pero los documentos y las imágenes obtenidas en la causa contradicen esa afirmación. Desde Royal Class también negaron irregularidades, pero la evidencia acumulada hasta el momento alimenta las sospechas de encubrimiento y contrabando.
