Día de paros en los subterráneos en Capital Federal
Habrá paros escalonados en distintos ramales durante toda la jornada.
La discusión entre el gobierno porteño, los "metrodelegados" y la empresa Metrovías tuvo ayer un final abrupto y provocó que los representantes gremiales anunciaran paros de tres horas, escalonados en todas las líneas de subtes.
La medida de fuerza se inició a las 5 en la línea B de subtes que, tal como habían adelantado los delegados gremiales, estuvo sin servicio hasta las 8.
"Esto es para demostrarle a Macri que no va a hacer lo que quiere con los trabajadores. Hace 18 años que estamos defendiendo nuestros derechos y vamos a seguir peleando", declaró el delegado Claudio Dellecarbonara.
A las 8 las medidas de fuerza se trasladaron a la línea H, que estará sin subtes al menos hasta las 11. El vocero de los metrodelegados, Enrique Rositto, detalló que la línea A parará de 11 a 14; la línea D entre las 14 y las 17; la E de 17 a 20 y la C entre las 20 y las 23.
El sindicalista justificó la medida en que "con el aval del Gobierno de la Ciudad, la empresa Metrovías firmó un acta acuerdo con UTA, que no contempla ninguno de los puntos de la contrapropuesta" que este martes había presentado la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro.
El acta "no sólo descontaba los diez días de paro" de agosto pasado, sino que "incluía un descuento compulsivo del 1 por ciento de los salarios abonado a la UTA" por la actividad sindical reconocida. "Pedían que lo firmemos, lo cual era imposible", indicó Rositto.
Al respecto, Roberto Pianelli explicó que este cronograma de "paros rotativos" fue implementado para "afectar de la menor manera posible a los usuarios, que no son los responsables" de esta situación. Y apuntó: "Este acuerdo mafioso no nos deja otra salida que tomar medidas de autodefensa".
"Entendemos que es una provocación, hay un acuerdo entre el Gobierno de la Ciudad, el Grupo Roggio y Roberto Fernández (UTA) para destruir a nuestro sindicato", agregó Pianelli.
"Esto nos pone en una situación inevitable de conflicto. No nos dan otra alternativa, han querido que haya un conflicto", acusó el gremialista.
Finalmente, Pianelli dijo que los metrodelegados no van a tolerar acciones que intenten amedrentar a los trabajadores en huelga. "Si llega a haber suspensiones o envían telegramas de despido, lo único que van a hacer es echarle leña al fuego", advirtió.
El ministro de Hacienda porteño, Néstor Grindetti, en diálogo con Radio Vorterix, cuestionó la decisión de los metrodelegados de convocar a medidas de fuerza: “No somos parte de la discusión pero tenemos opinión. Me sorprendió la actitud de los metrodelegados porque se cerró la paritaria. La oferta es razonable, se cumplió con todo lo que se había pedido durante el año”, sostuvo.
El funcionario macrista destacó que una persona que ingresa a trabajar en el subte está cobrando $7500, mientras que, por ejemplo, un motorista recibe un sueldo en el orden de $12500 pesos por 6 horas de trabajo. “Son valores por encima de los promedios nacionales”, indicó.
“Suena a un problema de interna gremial y, lamentablemente, los perjudicados terminan siendo los usuarios", concluyó Grindetti.
La discusión entre el gobierno porteño, los "metrodelegados" y la empresa Metrovías tuvo ayer un final abrupto y provocó que los representantes gremiales anunciaran paros de tres horas, escalonados en todas las líneas de subtes.
La medida de fuerza se inició a las 5 en la línea B de subtes que, tal como habían adelantado los delegados gremiales, estuvo sin servicio hasta las 8.
"Esto es para demostrarle a Macri que no va a hacer lo que quiere con los trabajadores. Hace 18 años que estamos defendiendo nuestros derechos y vamos a seguir peleando", declaró el delegado Claudio Dellecarbonara.
A las 8 las medidas de fuerza se trasladaron a la línea H, que estará sin subtes al menos hasta las 11. El vocero de los metrodelegados, Enrique Rositto, detalló que la línea A parará de 11 a 14; la línea D entre las 14 y las 17; la E de 17 a 20 y la C entre las 20 y las 23.
El sindicalista justificó la medida en que "con el aval del Gobierno de la Ciudad, la empresa Metrovías firmó un acta acuerdo con UTA, que no contempla ninguno de los puntos de la contrapropuesta" que este martes había presentado la Asociación Gremial de Trabajadores del Subte y Premetro.
El acta "no sólo descontaba los diez días de paro" de agosto pasado, sino que "incluía un descuento compulsivo del 1 por ciento de los salarios abonado a la UTA" por la actividad sindical reconocida. "Pedían que lo firmemos, lo cual era imposible", indicó Rositto.
Al respecto, Roberto Pianelli explicó que este cronograma de "paros rotativos" fue implementado para "afectar de la menor manera posible a los usuarios, que no son los responsables" de esta situación. Y apuntó: "Este acuerdo mafioso no nos deja otra salida que tomar medidas de autodefensa".
"Entendemos que es una provocación, hay un acuerdo entre el Gobierno de la Ciudad, el Grupo Roggio y Roberto Fernández (UTA) para destruir a nuestro sindicato", agregó Pianelli.
"Esto nos pone en una situación inevitable de conflicto. No nos dan otra alternativa, han querido que haya un conflicto", acusó el gremialista.
Finalmente, Pianelli dijo que los metrodelegados no van a tolerar acciones que intenten amedrentar a los trabajadores en huelga. "Si llega a haber suspensiones o envían telegramas de despido, lo único que van a hacer es echarle leña al fuego", advirtió.
El ministro de Hacienda porteño, Néstor Grindetti, en diálogo con Radio Vorterix, cuestionó la decisión de los metrodelegados de convocar a medidas de fuerza: “No somos parte de la discusión pero tenemos opinión. Me sorprendió la actitud de los metrodelegados porque se cerró la paritaria. La oferta es razonable, se cumplió con todo lo que se había pedido durante el año”, sostuvo.
El funcionario macrista destacó que una persona que ingresa a trabajar en el subte está cobrando $7500, mientras que, por ejemplo, un motorista recibe un sueldo en el orden de $12500 pesos por 6 horas de trabajo. “Son valores por encima de los promedios nacionales”, indicó.
“Suena a un problema de interna gremial y, lamentablemente, los perjudicados terminan siendo los usuarios", concluyó Grindetti.
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