Cristina asumió su segundo mandato con un juramento que incluyó a Néstor

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner recibió hoy la banda presidencial de su hija Florencia tras prestar juramento «por Dios, la patria y los Santos Evangelios», y afirmar que «si así no lo hiciera, que Dios, la patria y él, me lo demanden», en alusión al ex presidente Néstor Kirchner.


Previamente, el vicepresidente de la República Argentina, Amado Boudou, juró ante la Asamblea Legislativa por "Dios, la patria, los santos evangelios, desempeñar su cargo con lealtad y patriotismo" el cargo y observar y hacer observar "fielmente" el cumplimiento de la Constitución.

El juramento fue tomado por el ex vicepresidente Cobos, entre gritos, insultos y silbidos. "¡Traidor!", "¡Andate Cobos!", eran los gritos que se escuchaban desde los palcos del Congreso en donde se encuentran los militantes kirchneristas.

La ceremonia comenzó con el izamiento de la bandera y luego se pasó a un cuarto intermedio hasta la llegada de la Presidenta. Cristina arribó 11.47 al helipuerto de la Casa Rosada y a las 12 del mediodía entró al Congreso.

El saludo entre Cristina y Cobos pasó casi desapercibido: fue un indiferente apretón de manos que la Presidenta le dio mientras miraba hacia otro lado. Luego la comitiva continuó caminando hacia el salón principal, con el vicepresidente siempre perfil bajo y detrás del grupo.

Durante el mensaje que brindó en su jura, Cristina detalló algunas cifras de la economía argentina y en ese tramo del discurso, apuntó contra algunos sectores privados. "Yo no soy la presidenta de las corporaciones, soy la presidenta de los 40 millones de los argentinos", lanzó.

La presidenta detalló que las reservas del Banco Central son 46.368 millones de dólares después de pagado deuda por 26.316 millones de dólares. "Además tuvimos que soportar cinco corridas cambiarias que las corporaciones hicieron creyendo que este gobierno iba a ceder", acusó.

Cristina explicó que durante las corridas bancarias el Central vendió 15.897 millones de dólares. "Nos querían obligar a devaluar o a fijar las marcas en la cancha. Les pido a los sectores que no escupamos al cielo porque no es buen método y nunca nos ha dado resultado a los argentinos", pidió.

Y también se ocupó del sector empresario. "No me molesta que ganen más dinero, porque durante estos años los pequeños empresarios se convirtieron en medianos, los medianos en grandes y los grandes se cansaron de ganar dinero. Les pido una colaboración sensata e inteligente".