Otro escándalo de corrupción golpea al gobierno de Rouseff

La presidenta de Brasil, Dilma Rousseff, aseguró que la detención del senador Delcídio Amaral, líder del bloque oficialista en el Senado, la dejó “perpleja”, mientras que el titular de la Cámara de Diputados, Eduardo Cunha, fue nuevamente denunciado por recibir un soborno millonario de un banquero involucrado en el caso de corrupción en Petrobras.


Rousseff habló ayer por primera vez de la detención del senador Amaral y dijo a periodistas que la noticia le generó “dos sentimientos”. “Me dejó perpleja. No esperaba que esto sucediera. Nadie lo esperaba”, advirtió en tono coloquial la mandataria en París, donde participa de la cumbre COP21 sobre cambio climático.
Amaral permanece en prisión preventiva desde el miércoles cuando trascendieron grabaciones en las cuales ofrecía dinero, rutas de escape a España e influencia política al ex directivo de Petrobras, Néstor Cerveró, para que no revelara la participación del senador y del banquero André Esteves, también detenido, en el esquema de desvío de fondos públicos de la petrolera estatal.