Crisis hídrica: analizan un paquete de leyes para reducir el consumo

Ante la certeza de que la sequía se extenderá, apuntan a que los mendocinos derrochen menos agua. Reuso de efluentes, duchas más cortas y eliminación de parques.

Por Horacio Yacante
Mendoza vive una prueba de fuego y se juega la vida de dos millones de personas que tendrán que aprender a fuerza de necesidad cómo es vivir con menos agua. Según especialistas, el desafío es “asumir el desierto” y consumir con responsabilidad. Por eso, desde Irrigación y Aguas Mendocinas trabajan en un paquete de leyes que reflota viejos pedidos de ambientalistas e investigadores que ya escribían sobre esto en los “años de vacas gordas”.
Según la Organización Mundial de la Salud, cada ser humano necesita alrededor de 150 litros de agua por día para cumplir con sus necesidades. Sin embargo, en Mendoza se calcula que el consumo domiciliario en zonas urbanas asciende a 480 litros. Pero además hay desigualdad, pues en el secano de Lavalle el promedio de consumo se ubica por debajo de los 10 litros.
De acuerdo al presidente de Aysam, Guillermo Amstutz, “el 95% del derroche ocurre puertas adentro”. “El desafío de adaptarnos nos incluye a todos, comenzando por mí”, dijo el funcionario. Amstutz tiene una casa con un jardín de 500 metros cuadrados y se comprometió a reconvertirlos en huerta o incorporar especies autóctonas.
La primera etapa de la batería legal está referida a evitar derroches y en esta dirección, las cloacas ocupan un lugar central. De acuerdo al funcionario, se debe comenzar a corregir errores de construcción de las viviendas y garantizar que al menos el 90%del agua que se vierta, vuelva al sistema a través de las redes cloacales, y de esta manera hidratar los forestales “que componen una parte fundamental en la calidad de vida de los mendocinos”.
La reconversión del arbolado público a especies más resistentes y la creación de jardines con flora autóctona es otra de las propuestas.
El tercer lugar le corresponde “al pulgar” de cada usuario y tiene que ver con limitar las descargas del inodoro, cerrar las canillas cuando se está lavando manos, dientes o afeintando. Se estima que por cada una de estas actividades se pierde entre 10 y 22 litros. Las duchas es otro punto fundamental, ya que se estima que cada persona consume entre 80 y 120 litros solo en bañarse. Lo ideal sería tomar duchas cortas de no más de 90 segundos, tal como se acostumbra en los países europeos.
Paralela a cada una de estas etapas, Amstutz explicó que desde el 1 de noviembre, un total de 150 empleados de Aysam fueron dotados de la capacidad de oficiar de “inspectores del agua”, lo que les permite realizar multas tras la constatación in situ de situaciones de derroche. El funcionario comentó que la idea no es centrarse en labrar multas pero “quien no aprenda por convicción, tendrá que hacerlo por sanción”.
Durante años se vaticinó que esto podía pasar y finalmente ocurrió. A mediados de septiembre de 2014, decenas de miles de mendocinos y mendocinas vivieron en carne propia la falta de agua apenas comenzaron los primeros calores. La primavera no sólo se había adelantado sino que también delató el escaso nivel de los ríos y la reducción en la disponibilidad de aguaen las plantas potabilizadoras, que trabajaban al 50%.