Turistas y pescadores ya visitan la Laguna del Diamante

Con extraordinarios paisajes naturales y ubicada a 200 kilómetros de la Ciudad de Mendoza, la laguna de San Carlos es una de las mejores opciones para recorrer.


La temporada de nevadas quedó atrás y la majestuosa Laguna del Diamante ya abrió sus puertas. Desde San Carlos, invita a turistas y pescadores a recorrer extraordinarios paisajes naturales hasta desembocar en la impresionante imagen del volcán Maipo reflejado en su inmensidad en el espejo de agua.


La Laguna del Diamante, ubicada a unos 200 kilómetros de Capital, y a una altitud de 3.300 metros sobre el nivel del mar casi al límite con Chile, es uno de los tesoros naturales más preciados de nuestra provincia.


Marcelo Reynoso, director de Calidad y Servicios Turísticos del Gobierno, vislumbra que, a pesar de no ser una zona de playa, será “gran temporada turística para toda la provincia con mucho turismo interno, mendocinos a los que en general les gusta recorrer la laguna y conforman un gran mercado para trabajar”.


“La expectativa es muy buena, ya hay más de un 50% de reservas hoteleras. Es decir, es muy promisoria la temporada veraniega en todo Mendoza. Y en ese marco, todo indica que será una gran temporada también para la Laguna del Diamante”, señaló el funcionario.


Desde la ruta 146 y la 101 un sinuoso trayecto de 20 kilómetros de ripio lleva al visitante hasta el puesto Alvarado (donde se ubican el guardaparque y un puesto del Ejército). Restan desde allí 50 kilómetros más de ripio por los parajes Cruz Casa de Piedra, Vegas de los Avestruces, Vegas del Yaucha, Pampa de los Paramillos y Pampa de la Laguna, donde se ubican las lagunas Barrosa y Diamante, recorrido en el que se disfruta a pleno la naturaleza virgen de Mendoza, hasta llegar finalmente a la laguna.


Datos relevados por el Ente Provincial de Turismo (Emtur) indican la tendencia de los turistas que llegan a estas tierras es visitar áreas plenas de naturaleza como Villavicencio, la Payunia o la Laguna del Diamante, que generan año a año un aumento en la cantidad de visitas.


La laguna es una de las fuentes de agua dulce más importantes de la provincia y alimenta al río Diamante.


Al tratarse de una reserva protegida y para velar por la seguridad de los visitantes y la conservación del ambiente, en Laguna del Diamante -como en el resto de las áreas naturales- no se pueden arrojar piedras u otros objetos por las pendientes, acampar ni hacer picnic fuera de los lugares autorizados, ingresar con armas de fuego, explosivos, pirotecnia, artificios de caza o cualquier otro tipo de armas, grabar inscripciones o grafitos en las rocas, dañar, destruir ni escribir la cartelería. Por otro lado, la reglamentación vigente indica que no se puede ingresar con perros u otras mascotas, circular por zonas no autorizadas o a campo traviesa, extraer elementos de la flora o fauna, dañar o molestar a los animales del lugar, dañar o destruir las instalaciones existentes, encender fuego en lugares no autorizados ni arrojar residuos.


Los desechos deben ser depositados en las bolsas numeradas que entrega el guardaparque en la Seccional Alvarado y que deberán ser devueltas en esa seccional al momento de retirarse de la reserva.


Desde el Ente, Reynoso hizo un balance de la oferta turística que presenta este impactante paisaje sancarlino y enfatizó sobre la necesidad de fortalecer la acción privada.


“El Estado provincial garantiza el cuidado del área protegida, y que los caminos y accesos estén en buenas condiciones para su acceso, pero necesitamos que las empresas desarrollen productos y amplíen la oferta en relación a la laguna”, finalizó el funcionario.


Desde e Emtur informaron que el camino está apto para todo tipo de vehículos y los precios para acceder a Laguna del Diamante esta temporada son de $140 entrada general, por persona y por día, y de $240 entrada general por persona por más de un día de estadía; en tanto que los menores de 12 años, discapacitados y jubilados acceden sin cargo.