Pese a las multas, se sigue derrochando agua

Las autoridades aseguran que el derroche del recurso vital sigue siendo materia corriente, más allá de las multas, y piden solidaridad a todos los mendocinos.
Mendoza está clasificada como zona árida o semi árida, pero el volumen de agua que consume cada habitante no coincide con esta clasificación. Se estima que el consumo por día por habitante es de 550 a 600 litros, mientras que lo recomendado por los especialistas es de 250 litros. Este es un aspecto a resolver en el futuro inmediato, ya que la población en Mendoza continuará aumentando y las fuentes de agua dulce tienen una disponibilidad acotada.
“A pesar de las multas, la gente sigue derrochando agua. En el 2011 las sanciones alcanzaron un monto cercano a los 900.000 pesos. Estamos ante un recurso crítico. La restricción es de 8 a 22. En ese horario no se pueden regar calles no pavimentadas, jardines, y otro uso abusivo del agua y llenado de piletas. Uno quiere ver verde y hay que tener mucho cuidado cuando se realizan estas actividades, porque está perjudicando al resto de los usuarios de agua potable. La restricción no es solo para los usuarios de Aysam, la prestadora de servicio con mayores áreas servidas y 350.000 cuentas, también corresponde a los operadores de gestión comunitaria, que son aproximadamente 145 en toda la provincia”, precisó Javier Montoro, titular del EPAS.
Por el riego de jardines y calles pavimentadas la multa es de 160 pesos, lavado de veredas y autos la misma cifra, lo mismo para el llenado de piletas. En el caso de conexiones de agua clandestina la cifra alcanza los $2 mil. Si hay reincidencia la sanción será del doble de lo pagado anteriormente.
Aysam destaca que están produciendo agua potable con todos sus recursos, y que la merma que se desarrolla en algunos departamentos responde, en gran parte, al uso indiscriminado. Los inspectores de la empresa labran cuatro veces más multas que en septiembre, con un promedio de 16 sanciones diarias, además resaltan la importancia del uso solidario y racional, a fin de evitar redimir la grave situación del verano pasado.