Murió la elefanta Kenya en el santuario de Brasil tras su histórico traslado desde Mendoza

Fue el último elefante en cautiverio del país y su salida del exzoológico mendocino marcó un antes y un después en las políticas de conservación animal en Argentina.

La elefanta Kenya murió en el santuario de elefantes del Mato Grosso, en Brasil, donde vivía desde mediados de este año luego de ser trasladada desde el exzoológico de Mendoza. Su fallecimiento fue confirmado por las organizaciones que acompañaron el proceso y generó una fuerte conmoción por el valor simbólico que tuvo su liberación del cautiverio.

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"Esta mañana Kenya dejó este plano, tras varios días en los que su salud se fue deteriorando y fue atendida de forma permanente por el equipo de Santuario de @elefantesbrasil. Aún no se conocen las causas exactas de su fallecimiento", informaron desde Proyecto Ele a través de sus redes sociales, al comunicar la noticia.

Kenya había vivido cerca de 40 años en un pequeño recinto del zoológico mendocino, hoy reconvertido en Ecoparque. Su traslado representó el cierre de una etapa: fue el último paquidermo en cautiverio en Argentina y su salida simbolizó un cambio de paradigma en la relación del país con los animales silvestres alojados en zoológicos.

El operativo comenzó el 4 de julio y demandó aproximadamente cinco días de viaje por tierra hasta completar más de 4.000 kilómetros rumbo al santuario brasileño. La travesía fue el resultado de más de siete años de planificación, con entrenamientos específicos y controles veterinarios destinados a minimizar el estrés y las dificultades de una elefanta criada durante décadas en cautiverio.

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Poco tiempo después de su llegada, Kenya presentó complicaciones de salud. En el santuario ya residía Pupy, otra elefanta de origen argentino que había sido trasladada previamente desde el Ecoparque porteño. Sin embargo, Pupy murió en octubre pasado tras sufrir problemas gastrointestinales, lo que dejó a Kenya prácticamente sola en el predio.

A pesar de los cuidados permanentes y la atención especializada del equipo veterinario del santuario, el estado de la elefanta se fue deteriorando en los últimos días. Su muerte ocurrió en un entorno de mayor libertad y bienestar que el que había conocido durante gran parte de su vida, aunque no alcanzó a disfrutarlo por un período prolongado.

El caso de Kenya dejó una huella profunda en la opinión pública y en el debate sobre el destino de los animales silvestres en cautiverio. Su traslado fue seguido de cerca por organizaciones ambientalistas y por la sociedad mendocina, que durante años reclamó condiciones dignas para los animales del antiguo zoológico.



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