Menos bodas, menos nacimientos y más divorcios marcan el pulso social de Mendoza en 2025
El Registro Civil de Mendoza presentó el balance de gestión correspondiente a 2025, elaborado a partir de un análisis comparativo con los datos de 2024. El informe deja en evidencia una transformación sostenida en los comportamientos sociales de la provincia, reflejada en menos casamientos, una baja pronunciada en los nacimientos y un crecimiento significativo de los divorcios.
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Uno de los datos más contundentes del relevamiento es la caída de la natalidad. Durante 2025 se registraron 15.419 nacimientos, sumando 7.818 varones y 7.601 mujeres, frente a los 17.741 del año anterior. La disminución ronda el 13% y confirma una tendencia descendente que se mantiene en el tiempo, consolidándose como uno de los principales cambios demográficos en Mendoza.
En paralelo, los matrimonios también continúan en retroceso. En el último año se celebraron 4.984 enlaces, mientras que en 2024 habían sido 5.397. La baja, cercana al 7,6%, refuerza una curva descendente que se observa desde hace varios períodos y que refleja una menor adhesión al matrimonio tradicional.
En contraste, las uniones convivenciales mantienen una leve pero constante suba. En 2025 se inscribieron 4.603, frente a las 4.533 registradas el año anterior, con un incremento aproximado del 1,5%. Esta modalidad se consolida como una alternativa cada vez más elegida por las parejas para formalizar su vínculo.
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Otro de los indicadores que sobresale en el balance es el aumento de los divorcios. Los trámites pasaron de 3.949 en 2024 a 4.592 en 2025, lo que implica un crecimiento cercano al 16%. El dato refuerza la idea de una mayor dinámica en la disolución de los vínculos formales y una redefinición de las estructuras familiares.
En cuanto a las defunciones, el informe muestra una leve baja. Durante 2025 se registraron 14.117 fallecimientos, frente a los 15.176 del año anterior, lo que representa una reducción aproximada del 7%.
El balance anual del Registro Civil expone así un escenario de cambios profundos en la vida social y demográfica de Mendoza. Menos nacimientos y casamientos, más divorcios y un leve crecimiento de las uniones convivenciales configuran un nuevo mapa de vínculos y decisiones personales que redefine, año tras año, la realidad provincial.
