Las caídas y los golpes son la segunda causa de muerte después de los siniestros viales
De acuerdo a estadísticas oficiales de los hospitales estatales, en Mendoza mueren cada año alrededor de 500 personas por causas no naturales. La mitad se debe principalmente a accidentes como golpes, caídas, ingesta de químicos, exposiciones a elementos calientes o ahogamientos. En su mayoría se trata de eventos que ocurren en lugares que no son desconocidos por las víctimas como pueden ser su espacio de trabajo, lugares de entretenimiento o su hogar.
Como cada año, durante 2015 el Ministerio de Salud, Desarrollo Social y Deportes recolectó información de internación de todos los hospitales provinciales, departamentales y centros de atención primaria estatales. El informe evidenció que un total de 501 personas murieron por causas no naturales en alguno de estos efectores.
Tal como indicó Diario Vox en una edición anterior, más de la mitad de estas muertes corresponden a siniestros viales donde un total de 271 víctimas politraumatizadas murieron en el lugar del hecho o tiempo después de haber sido internadas. Sin embargo, los 230 decesos restantes corresponden a otro tipo de eventos o siniestros ocurridos en espacios habituales para las víctimas.
Con 161 casos, los accidentes domésticos representan casi la tercera parte de las muertes no naturales. En su mayoría se trata de exposiciones a productos o elementos que alteran la salud de manera drástica. Está compuesta por ingesta de químicos, contactos con electricidad, exposiciones a cambios de presión de aire o a elementos contaminantes. Los envenenamientos también pueden ocurrir por contactos con arañas u otros insectos, pero solo en casos aislados.
En segundo lugar le siguen las caídas y los golpes. Aquí se destacan por sobre el resto los ocurridos en espacios de trabajo, como pueden ser las caídas de andamios o de un piso a otro, golpes de objetos que caen o se trasladan (ladrillos, estructuras metálicas, etc.), aplastamientos u obstrucción de la respiración por hundimientos o por quedar atrapados en estructuras cerradas. También se cuentan las caídas desde las escaleras o por andar en patines, aunque en total no superan los 3 casos.
En tercer lugar se ubican los quemados o ahogados por inhalación de humo. También se trata de eventos que ocurren principalmente en espacios de trabajo, algo que ocurrió 19 veces durante 2015.
Por último, y no menos importantes, se destacan los ahogamientos en espejos de agua naturales o artificiales. Llama la atención que con 17 casos registrados, solo uno ocurrió en una piscina particular. Esto evidencia la ineficacia en los controles y la falta de prudencia de parte de los bañistas que ante las altas temperaturas se “refrescan” en lugares no autorizados de los ríos, cauces de riego, embalses, reservorios para uso agrícola, lagos artificiales o grandes charcos.
